Buenos Aires, 7 oct (EFE).- Un tribunal argentino ordenó hoy a la
estadounidense Kraft reincorporar al delegado sindical Ramón Bogado,
cara visible de los trabajadores que mantienen un conflicto con la
filial local de la compañía desde julio pasado.
El Tribunal de Trabajo número uno de la localidad bonaerense de
San Isidro intimó a la compañía a "dar tareas (a Bogado) y
garantizarle el ejercicio de sus funciones" sindicales, informó el
abogado del dirigente, Juan Pablo Fiorini.
Los delegados sindicales de la planta que la fabricante de
alimentos posee en la localidad bonaerense de Pacheco denuncian que
tienen prohibido el ingreso desde el despido hace casi dos meses de
unos 160 trabajadores, entre los que están incluidos.
"El fallo dice que Bogado no es un peligro ni para personas ni
bienes de la empresa", señaló Fiorini.
El ministro argentino de Trabajo, Carlos Tomada, consideró que
Kraft "va a acatar el fallo de la justicia", al que calificó como
"un paso adelante" para la resolución del conflicto.
El Ministerio de Trabajo exigió este martes a la empresa que
garantice el ejercicio de sus funciones a los delegados sindicales
suspendidos, tal como dice la ley.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires,
Daniel Scioli, dispuso hoy la reducción de la presencia policial en
la planta "con el fin de que se pueda ir normalizando la
producción".
Inspectores bonaerenses recorrieron hoy las instalaciones de la
planta e informaron que no encontraron anomalías, aunque anticiparon
que mañana regresarán a la fábrica para verificar si se le permite
el ingreso a Bogado.
Trabajadores de la filial rechazaron ayer una propuesta de la
empresa de reincorporar a otros 20 empleados que habían sido
despedidos, aunque se comprometieron a retomar este viernes las
negociaciones en el Ministerio de Trabajo.
Esta iniciativa se suma a otra que Kraft efectuó el pasado
viernes, en la que se comprometía a reincorporar a 30 de los
trabajadores cesados.
Los trabajadores recibieron el respaldo de Hugo Moyano, líder de
la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera
del país, que se comprometió a poner en marcha "acciones judiciales"
y a tomar contacto con la embajada de Estados Unidos para ayudar a
solucionar el conflicto.
El conflicto en Kraft Foods de Argentina, que emplea a unos 2.700
trabajadores, comenzó en julio pasado a raíz de reclamos salariales
y de mayores medidas de higiene ante la pandemia de la gripe A.
La planta que la empresa tiene en la localidad bonaerense de
Pacheco fue ocupada por los trabajadores a mediados de agosto,
cuando la firma despidió a 160 empleados, de los cuales 86 reclaman
su reincorporación.
Tras un violento desalojo hace algunos días, la fábrica retomó la
actividad la semana pasada en medio de múltiples protestas y
bloqueos en la carretera Panamericana, junto a la planta, y en las
calles de Buenos Aires.
A raíz de los disturbios, la empresa suspendió a otros 36
trabajadores.EFE