Lima, 6 ago (EFE).- El Gobierno peruano anunció hoy un diálogo
con los promotores de un paro contra la exportación de gas que
cumple ya once días en la región de Cuzco, después de que la
localidad de Kiteni, foco de las protestas, levantara su medida de
fuerza.
Sin embargo, no todos los comités de protesta se han sumado al
diálogo, y el primer ministro peruano, Javier Velásquez Quesquén,
quien hizo hoy el anuncio, especificó que espera ahora "que se sume
Quillabamba (la capital de la provincia de La Convención)" a la
tregua comunicada por fax por las autoridades de Kiteni y la vecina
Kepiashato.
Velásquez hizo este anuncio en una rueda de prensa en Lima en la
que participaron el presidente de la Conferencia Episcopal, Miguel
Cabrejos, y la Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, además de
algunos ministros.
La exportación del gas natural peruano, que ya comenzó con envíos
a México y España, es objeto de una fuerte oposición dentro del
país.
En la provincia de La Convención, en la región suroriental de
Cuzco, se cumplen hoy once días de un paro contra la exportación del
gas del yacimiento de Camisea, el más importante del país.
Las provincias del sur y sectores de izquierda, especialmente,
protestan porque el gas no llega a las mismas provincias donde se
produce y porque su venta en Perú es más costosa para el consumidor
que en el caso del gas exportado.
"El diálogo se realizará el 9 de agosto en Kiteni", señaló el
primer ministro e hizo votos para que las gestiones de Cabrejos
hagan posible que todo Quillabamba se pliegue al levantamiento de la
protesta.
Kiteni, Kepiashato y Quillabamba se encuentran en la provincia de
La Convención.
Cabrejos viajará mañana a La Convención para propiciar el diálogo
entre el Gobierno y las organizaciones que respaldan las protestas,
y para llevar ayuda humanitaria a la zona debido a que existe
escasez de alimentos.
Asimismo la Defensoría del Pueblo se encargará de elaborar una
agenda y un cronograma de trabajo de cara a ese diálogo, para acabar
con unas protestas que se han saldado ya con 18 heridos de
perdigones y bala, aunque el Gobierno aseguró que la policía no usó
armas de fuego para reprimir las protestas.
"No hay ningún ciudadano de La Convención que, por protestar, se
le haya reprimido", dijo Velásquez, quien ratificó que se mantiene
el estado de emergencia en el distrito de Echarate, en La
Convención, donde la semana pasada los manifestantes atacaron
instalaciones gasísticas.
"Las garantías se mantendrán para preservar los servicios
públicos", dijo el primer ministro al admitir que algunos de los
motivos de la protesta son justos.
"Desde el Gobierno no miramos con ninguna indiferencia esta
problemática (del gas en La Convención), creemos que hay un ámbito
de la protesta que es justa como el precio (local) del balón de gas,
pero eso no tiene que ver con decisión del Gobierno sino con un
problema de transporte", enfatizó el primer ministro.
Por ello, Velásquez Quesquén también anunció que el ministro de
Energía y Minas, Pedro Sánchez, acordó con la empresa distribuidora
de gas Repsol rebajar en la región de Cuzco el precio del GLP (gas
licuado del petróleo) que utilizan las amas de casa para equipararlo
al que se paga en Lima.
El primer ministro también aseguró que con el próximo proyecto de
construcción del gasoducto surandino se llevará gas a Quillabamba,
tras insistir que Perú exporta gas natural y no GLP. EFE