Buenos Aires, 1 oct (EFE).- La filial argentina de la fabricante
estadounidense de alimentos Kraft Foods se comprometió hoy a
reincorporar a una treintena de trabajadores de una de sus plantas,
pese a lo cual los sindicatos anunciaron que mantienen abierto el
conflicto y estudiarán nuevas medidas de protesta.
Fuentes del Ministerio de Trabajo argentino informaron que la
compañía convocará a treinta de sus empleados, entre suspendidos y
despedidos, para que se reincorporen a sus funciones el próximo
lunes.
El compromiso de la empresa fue asumido en el marco de las
negociaciones que se realizaron hoy en la cartera laboral para
tratar de resolver el conflicto laboral que afecta a la planta de
Kraft de la localidad bonaerense de Pacheco desde hace casi dos
meses.
Pero pese a la decisión de la empresa, representantes sindicales
se retiraron de la mesa de negociaciones con amenazas de nuevas
protestas por estar en desacuerdo con la negativa de la compañía a
reincorporar a los delegados despedidos.
"Esta es una decisión unilateral de la empresa. No estamos de
acuerdo y vamos a la puerta de la fábrica a realizar una asamblea
para definir un nuevo plan de lucha", dijo a la prensa el delegado
de la comisión interna de Kraft, Ramón Bogado, al salir del
Ministerio de Trabajo.
Bogado señaló que el compromiso de Kraft sólo alcanza a treinta
de "un total de 122 compañeros despedidos y suspendidos".
"Acá tiene que definir el Gobierno, con la presidenta Cristina
Fernández a la cabeza, de qué lado se pone: del lado de los yanquis
de Kraft Foods o del lado de los trabajadores", afirmó.
Según el dirigente de los trabajadores, las negociaciones en la
cartera laboral serán retomadas el próximo martes.
El conflicto en Kraft Foods de Argentina, que emplea a unos 2.700
trabajadores, comenzó en julio pasado a raíz de los reclamos
salariales y de mayores medidas de higiene ante la pandemia de la
gripe A.
La fábrica de Pacheco había sido ocupada por los trabajadores a
mediados de agosto, cuando la compañía despidió a 160 empleados, de
los cuales 86 reclamaban su reincorporación.
Tras un violento desalojo el pasado viernes, la fábrica retomó la
actividad el lunes en medio de múltiples protestas y bloqueos en la
carretera Panamericana, junto a la planta, y en las calles de Buenos
Aires.
Por los disturbios, la empresa suspendió a otros 36 trabajadores.
EFE