Nueva York, 7 oct (EFE).- El premio Nobel de Economía Paul
Krugman advirtió hoy de que, con motivo de la crisis, el comercio
internacional ha sufrido su mayor caída, peor incluso que la de la
Gran Depresión, y expresó sus dudas sobre su pronta recuperación.
"En materia de comercio internacional, esto no es como en la Gran
Depresión, es peor", dijo el columnista del New York Times durante
su intervención en la última jornada del World Business Forum
celebrado en Nueva York.
El también economista de la Universidad de Princeton, que ganó el
Nobel precisamente por sus trabajos en esta materia, argumentó que
la crisis económica ha ido acompañada de una fuerte caída del
comercio internacional, más aguda que la registrada en la recesión
de la década de los treinta y que además ha contribuido a endurecer
los efectos de la recesión.
"El comercio mundial ha actuado como un mecanismo de transmisión
de la recesión, incluso hasta los países con sistemas financieros
relativamente saludables", explicó Krugman, para el que este
fenómeno era un claro ejemplo del grado de globalización de la
economía.
Reconoció que la Administración estadounidense se ha comportado
como un "estabilizador" y ha evitado un "apocalipsis" desencadenado
por una excesiva ingeniería financiera, que llenó los mercados de un
tipo de deuda que es "como la carne picada: Uno no puede saber
realmente lo que se está comiendo en la hamburguesa".
"Basándonos en los datos del PIB (estadounidense), la recesión ya
ha terminado, puesto que hemos vuelto al crecimiento. El riesgo de
depresión ya ha pasado, y todos los indicadores apuntan a la
recuperación, pero el mercado laboral sigue deteriorándose, así que
la recesión puede haber acabado, pero los malos tiempos en
absoluto", apuntó Krugman.
En ese sentido explicó que normalmente las crisis financieras van
acompañadas de "largos periodos malos" para el crecimiento
económico, por lo que "con ésta, que es la madre de todas las crisis
financieras sincronizadas", es previsible que la plena recuperación
se haga esperar varios años.
Para superar los efectos de la crisis en el empleo y en el
comercio internacional, Krugman rechazó la conveniencia de acudir al
proteccionismo de los mercados, una medida que a menudo se ha dicho
que contribuyó a empeorar la situación durante la Gran Depresión.
Aún así consideró razonable la adopción el mes pasado por parte
del Gobierno estadounidense de aranceles para algunos tipos de
neumáticos procedentes de China, pese a que hubo quien lo interpretó
como un primer paso hacia el proteccionismo como vehículo para
paliar los efectos de la crisis.
"Mientras se respeten las normas del juego, es lógico que se
tratan de proteger un poco los mercados para dar tiempo a la gente a
que se adapte a los cambios", argumento Krugman, quien añadió que se
trata de una medida "temporal" que no viola los acuerdos comerciales
internacionales.
En tono jocoso añadió que, en cualquier caso, el comercio entre
China y Estados Unidos en los últimos años no ha estado muy
descompensado: "ellos nos vendían juguetes envenenados y marisco
contaminado, y nosotros les vendíamos activos tóxicos".
El economista explicó que lo más conveniente sería facilitar al
máximo el comercio internacional, pero advirtió de que posiblemente
no se vuelvan a ver crecimientos tan fuertes como en otros momentos
de la historia, en parte debido al elevado precio de los
combustibles, que encarecen todo el proceso, y a los gravámenes que
se impongan para combatir el cambio climático.
Apuntó que tradicionalmente los países se recuperaban de una
crisis aumentando al máximo sus exportaciones, pero en este caso en
que la recesión ha sido mundial, "tendremos que acostumbrarnos a
vivir en un mundo diferente, a no ser que encontremos otro planeta
con el que establecer relaciones comerciales". EFE