Nueva York, 19 abr (EFE).- La demanda contra Goldman Sachs ha
elevado la presión sobre las entidades financieras estadounidenses,
que no han podido disfrutar en bolsa de la presentación de sus
resultados trimestrales y su vuelta a la rentabilidad.
Las favorables cuentas del primer trimestre que presentó hoy
Citigroup, las más positivas desde el inicio de la crisis, ayudaban
a restaurar este lunes parte de la confianza que los inversores
perdieron el viernes en las entidades financieras y, sobre todo, en
Goldman Sachs, una de las entidades de Wall Street más admiradas por
su capacidad de generar beneficios.
El sector financiero bajaba en conjunto el 0,7% hacia la media
sesión en la Bolsa de Nueva York (lo que se suma al descenso del
2,5% que ya sufrió el viernes) y las acciones de Goldman Sachs, que
el viernes ya perdieron el 12,79%, bajaban el 1,21%.
Standard & Poor's manifestó hoy que de momento "no ha variado" su
calificación de Goldman y que "sería prematuro" sacar conclusiones
acerca del resultado de la demanda, aunque consideró que esa acción
y otras críticas a sus prácticas podrían perjudicar a su reputación
y tener un efecto adverso en su calificación.
Además, JP Morgan Chase y Bank of America bajaban el 1,78% y
1,74%, respectivamente, con lo que ambos bancos se colocaban a la
cabeza de los valores del Dow Jones que más perdían en la media
sesión de este lunes, sólo por detrás del fabricante de aluminio
Alcoa (-2,80%).
Esos dos bancos se resentían así de la desconfianza creada en el
mercado a raíz de la presentación de la demanda contra Goldman, a
pesar de que ambos presentaron la semana pasada unos resultados
trimestrales que superaron las previsiones de los analistas.
La demanda de la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC)
contra Goldman acusándola de cometer "fraude" al omitir a los
inversores datos clave sobre un producto financiero ligado a
hipotecas de alto riesgo ha sembrado inquietud en el mercado
bursátil.
Los inversores temen que la investigación de transacciones
financieras de ese tipo, acometidas poco antes de que estallara la
burbuja inmobiliaria e hipotecaria, se extienda o genere una oleada
de demandas contra otras entidades financieras que realizaron
operaciones similares.
El presidente de Productos Nuevos y Estructurados de la SEC,
Kenneth Lench, ya precisó, tras anunciarse la demanda, que el
regulador "continúa investigando las prácticas de entidades
envueltas en la estructuración de complejos productos financieros
vinculados al mercado inmobiliario de EE.UU. cuando comenzaba a
mostrar signos de debilidad".
The Wall Street Journal señalaba hoy en portada que otras
entidades, incluidas Deutsche Bank, UBS y Merrill Lynch, también
estructuraron instrumentos hipotecarios que perdieron con rapidez la
mayor parte de su valor y que les reportaron suculentos beneficios,
mientras generaban cuantiosas pérdidas para los inversores.
También Citigroup y otros bancos han mantenido conversaciones con
los reguladores al respecto, informó hoy The New York Times, aunque
no está claro si ese banco podría afrontar cargos similares.
Ese diario señalaba, según testimonios de ex empleados de
Goldman, que altos directivos de la entidad, incluido su consejero
delegado, Lloyd Blankfein, supervisaron muy de cerca las actividades
de su división hipotecaria cuando comenzaba el declive del mercado
inmobiliario y recuerda que esa entidad se benefició tanto de la
expansión de la burbuja inmobiliaria como con su estallido.
El anuncio de la demanda coincide con un nuevo intento de los
demócratas en el Congreso de impulsar una amplia reforma de las
prácticas de las entidades financieras, que necesitaron miles de
millones de dólares de fondos públicos para superar la crisis
hipotecaria y financiera.
Goldman fue una de las financieras que con más rapidez estuvo en
disposición de devolver al Tesoro los 10.000 millones de dólares que
recibió de los contribuyentes y en junio pasado recompró las
acciones preferentes que había otorgado al Gobierno por ese valor,
al tiempo que abonó 40 millones más por dividendos.
Esa entidad financiera cerró 2009 con un beneficio de 13.385
millones de dólares, seis veces más que el año anterior, y centrará
de nuevo todas las miradas de Wall Street cuando el martes presente
sus cuentas del primer trimestre de 2010, que, según los analistas,
podrían reflejar una ganancia de algo más de 4 dólares por acción.
EFE