Berlín, 20 sep (EFE).- La Asociación Federal Alemana de Bancos
(BDB) elogió hoy el objetivo del acuerdo de Basilea para endurecer
la normativa financiera internacional, pero advirtió sobre el riesgo
de una sobre-regulación y un posible enfriamiento del flujo
crediticio.
En un informe publicado hoy, la BDB consideró "en esencia
correcta" y "necesaria" la creación de una nueva arquitectura
financiera global tras el varapalo de la crisis económica, pero
estimó que el camino hacia una nueva estabilidad puede crear nuevas
turbulencias.
"Debemos encontrar un sistema de supervisión (bancaria) justo que
nos permita ver cómo afecta a la economía. Esto es importante,
porque (el acuerdo de) Basilea no es la única carga que pesa ahora
sobre los bancos", señaló Manfred Weber, presidente de la BDB.
Weber reconoció que la banca atraviesa "un tiempo de cambios
radicales" y que el sistema financiero mundial precisa unas "nuevas
y mejores" reglas de funcionamiento, incluso, "una regulación más
estricta aquí y allá".
No obstante, añadió que "quien trata de alcanzar la estabilidad
con una regulación excesiva, puede provocar inestabilidad".
Poco después, el Bundesbank salió al paso de este informe de la
banca privada subrayando que el acuerdo de Basilea no tendrá ninguna
consecuencia negativa para la economía real.
El Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria acordó este mes
endurecer los "estándares globales de capital" para fomentar "la
estabilidad financiera a largo plazo y el crecimiento".
El punto principal del acuerdo obliga a los bancos a mantener un
"Tier 1" o "Nivel 1" (un ratio que mide la fortaleza de las
entidades financieras basándose en su capital básico) del 6 por
ciento, frente al 4 por ciento actual.
Además, el acuerdo estableció un período de adaptación de ocho
años para permitir que las instituciones bancarias puedan
progresivamente adaptarse a la nueva situación sin contratiempos,
como la propia banca había solicitado.
Varios centros de estudios económicos e instituciones públicas
alemanas han pronosticado que el Producto Interior Bruto (PIB)
germano crecerá entre un 3 y un 3,5 por ciento en el conjunto de
2010. EFE