Londres, 23 jul (EFE).- La banca europea superó con holgura las
pruebas de solvencia en las circunstancias extremas a las que fue
sometida por el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS) para
calibrar su capacidad de respuesta a una eventual nueva recesión,
aunque siete de las entidades examinadas no pasaron el test.
El CEBS evaluó a un total de 91 grupos financieros, de los cuales
siete suspendieron la prueba al constatar que no podrían superar el
límite del 6% en ratio Tier 1 -que refleja el capital, las reservas
y las acciones preferentes de una entidad para hacer frente a los
riesgos asumidos- en un escenario de serio deterioro económico.
De esas siete entidades, cinco son cajas de ahorros españolas:
CajaSur, Banca Cívica, UNNIM, la unión liderada por Caixa Cataluña y
la fusión de Caja Duero y Caja España.
Los otros dos son el banco alemán Hypo Real Estate Holding
(nacionalizado) y el estatal griego ATEbank (Agricultural Bank of
Greece).
En total, estas entidades requieren más de 3.500 millones de
euros para alcanzar ese mínimo del 6% a finales de 2011 en un
escenario de fuerte deterioro del crecimiento del PIB y del
desempleo, y de una crisis de deuda soberana como la originada
recientemente en Grecia.
Tras presentar el informe, el vicepresidente del Banco Central
Europeo (BCE), Vitor Constancio, destacó que los resultados
demuestran "la resistencia y capacidad de recuperación" de la banca
de la euro-zona tras la crisis desatada a finales de 2008.
"Las asunciones y el escenario (del test) han sido severos,
rigurosos y muy completos, y demuestran la resistencia y capacidad
de recuperación del sector bancario europeo", dijo Constancio en una
rueda de prensa celebrada en la sede del CEBS en Londres.
Constancio dijo que la prueba la segunda realizada en la UE, es
"una de las de más extensión y más severas que se han hecho en los
países desarrollados", y recordó que los escenarios empleados para
comprobar la resistencia bancaria son "muy improbables".
"Sólo hay un 5% de posibilidades de que ocurra el peor de los
escenarios, algo que debemos comparar con el 15% de probabilidad que
se dio en el caso de un examen similar en EEUU", destacó.
Constancio argumentó que si no se ha contemplado como escenario
una suspensión de pagos en un país es porque "no creemos que vaya
haber suspensiones de pagos por parte de ninguno".
"El default es algo que no se ha asumido en ninguna prueba hecha
en ninguna parte sobre deuda soberana", añadió el vicepresidente del
BCE, quien señaló que "si los mercados quieren saber cuál sería el
impacto en la banca de una suspensión de pagos nacional deben
realizar ellos mismos el cálculo con los datos provistos".
Giovani Carosio, presidente del CEBS, reconoció que los 3.500
millones de euros necesarios para recapitalizar las entidades
suspendidas es menor de lo esperado por los inversores y explicó que
en eso "tiene que ver lo que se ha estado haciendo en meses
recientes para recapitalizar a los bancos españoles, que han
recibido ya más de 10.000 millones de euros".
Marco Buti, director general para asuntos económicos y
financieros de la Comisión Europea, anunció que se abre ahora un
proceso en el que los bancos que no han superado la prueba "tendrán
que ser recapitalizados por diversos medios, preferiblemente a
través de los mercados, pero sin descartar la ayuda pública".
En este sentido, el Banco Central Europeo (BCE) instó en un
comunicado a los bancos comerciales que lo necesiten a reforzar su
capital propio en el sector privado o en las facilidades que han
puesto a disposición los países de la zona del euro.
El sector financiero español es el que más suspensos registró en
la prueba de solvencia, pese a lo cual el gobernador del Banco de
España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, subrayó que el denominado
"test de estrés" confirma la solidez del sector bancario español.
Fernández Ordóñez pidió no hacer comparaciones con otros países y
recordó que España ha sido el único estado que ha sometido a examen
todo su sistema, mientras que otros países han decidido la opción
que daba el supervisor europeo de examinar a la mitad del sector.
Desde Alemania, el banco Hypo Real Estate se apresuró a restar
importancia a su suspenso y destacó que cumple los mínimos legales.
Tanto la entidad como el Bundesbank (banco central de Alemania)
destacaron que en todos los escenarios el Hypo superó el ratio de
solvencia Tier 1 mínimo del 4% que se establece legalmente.
Otro país que estaba en el punto de mira era Grecia, cuyo
Gobierno se mostró satisfecho con el aprobado logrado por cinco de
los seis bancos que se sometieron a las pruebas de solvencia y que
representan el 90% de los activos del sistema bancario.
"Los resultados de la prueba de solvencia son positivos y
demuestran que el sistema bancario griego puede responder incluso
bajo condiciones mucho peores a las actuales", afirmó el ministro de
Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, en un comunicado.
El suspendido ATEbank anunció que hará una ampliación de capital
de al menos 250 millones, superior a la cantidad por la que
suspendió la prueba, y en la que pretende participar el Gobierno.
EFE