Ramón Santaularia
Atenas, 9 may (EFE).- El mercado bursátil y la deuda de Grecia
serán seguidos muy de cerca por los inversores internacionales
cuando abran los mercados mañana, después de aprobarse el paquete de
rescate de 110.000 millones de euros de la zona euro y del FMI para
evitar la bancarrota de este país.
Los mercados castigaron con dureza a Grecia la semana pasada,
como lo demostró la deuda helena, cuyo diferencial sobrepasó el
viernes los 900 puntos básicos frente al referente alemán, hasta más
del 12 por ciento de rentabilidad, un nivel inasequible.
Los ministros de Finanzas de la zona euro deliberaban hoy en
Bruselas, en una reunión de urgencia, la creación de un fondo de
ayuda para otros miembros con dificultades de pagos ante el temor de
un contagio de la crisis griega.
En Washington, el Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario
Internacional (FMI) se reunía también para dar su apoyo formal al
plan de rescate de Grecia y autorizar a Atenas el primero de varios
préstamos por un total de unos 30.000 millones de euros.
El viernes, los jefes de Estado y de Gobierno del Eurogrupo ya
habían bendecido préstamos por 80.000 millones de euros al país y
prevenir males mayores, al considerar que estaba en juego la propia
existencia de la zona del euro por la crítica situación en Grecia.
El 19 de mayo vence el pago de 9.000 millones de euros, de los
más de 270.000 millones que adeuda Grecia, una cantidad que sin
ayuda internacional no puede pagar al no poder acudir a los mercados
internacionales, como ya admitía el ministro griego de Finanzas,
Yorgos Papaconstatinu.
La Bolsa de Atenas, que abre a las 10.30 horas locales (07.30
GMT), había recibido hasta ahora escasa atención de los operadores
internacionales, pero esto parece haber cambiado con la volatilidad
que ha vivido este parqué en las últimas sesiones.
El viernes cerró con un volumen de operaciones de sólo 171
millones de euros y en la semana pasada el índice general Athex
perdió un 12,8 por ciento.
En el plano social, la semana pasada Atenas registró violentas
protestas callejeras contra el plan de ahorro gubernamental de
30.000 millones de euros en tres años, que el miércoles, que
causaron tres muertos, más de setenta heridos y cuantiosos daños
materiales.
Hoy, el único acto público fue en la Plaza de Sintagama, en
frente del Parlamento, donde hubo una sentada pacífica de varios
cientos de personas que desplegaron pancartas con lemas en inglés
como "Grecia desea una solución europea. ¿Dónde está Europa?.
La acción también tenía por objeto honrar la memoria de los tres
empleados bancarios muertos por asfixia después de que manifestantes
violentos lanzaron cócteles molotov a una filial del centro de la
capital y se incendiara el edificio.
Por su parte, el primer ministro heleno, Yorgos Papandréu, ha
convocado para mañana a los líderes de los partidos de la oposición
con el objeto de buscar la cohesión de cara a las impopulares
medidas de austeridad, aprobadas gracias a la mayoría parlamentaria
de los socialistas del Pasok de 160 de los 300 escaños.
El Partido Comunista griego (KKE) y la Syriza (Coalición de la
Izquierda y del Progreso), que juntos tienen 34 diputados, han
rechazado, en principio, participar en el encuentro.
Para el lunes y martes está anunciada, además, una huelga de
farmacias para protestar contra las medidas de ahorro del gobierno y
los sindicatos mayoritarios no descartaban más actos públicos de
rechazo a las reducciones salariales, al aumento de los impuestos y
una mayor edad de jubilación. EFE