São Paulo, 30 dic (.).- La bolsa de São Paulo cerró este lunes con una mínima apreciación del 0,01 %, pero acumuló en 2024 una caída del 10,36 %, su peor resultado desde 2021 (-11,93 %) y con el que puso fin a una secuencia de dos años seguidos de ganancias: +22,28 % en 2023 y +4,69 % en 2022.
El Ibovespa, el índice de referencia del mayor mercado bursátil latinoamericano, terminó este lunes, en el último día de negocios del año, en los 120.283 puntos, uno de sus menores niveles de 2024, año en que llegó a caer a un mínimo de 119.138 puntos (el 17 de junio).
Es decir que acumuló en el año una pérdida de 13.902 puntos frente a su nivel a finales de 2023 (134.185 puntos) y esa caída fue de 17.104 en los últimos cuatro meses, tras haber alcanzado el 28 de agosto su máximo nivel histórico (137.344 puntos).
La fuerte caída, especialmente en noviembre y diciembre, fue atribuida por los operadores a las dudas que tienen los inversores sobre la capacidad del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de reducir los ya preocupantes déficit fiscal y deuda pública de Brasil.
Desde que asumió su tercer mandato, en enero de 2023, Lula viene prometiendo reducir a cero el déficit fiscal primario de Brasil, pero hasta ahora no lo ha logrado.
El Congreso llegó a aprobar este mes un conjunto de medidas de ajuste fiscal presentadas por el Gobierno y con las que el Ministerio de Hacienda prevé alcanzar el déficit cero en dos años, pero los inversores lo consideraron como insuficiente.
Según un informe divulgado este mismo lunes por el Banco Central, el déficit interanual de las cuentas públicas hasta noviembre subió hasta el equivalente al 9,50 % del producto interno bruto (PIB).
Otro indicador que despierta la desconfianza de los inversores es el de la deuda pública, que, según las estadísticas divulgadas hoy, subió en noviembre hasta 9,01 billones de reales (unos 1,46 billones de dólares), el equivalente al 77,7 % del PIB, casi cuatro puntos porcentuales más que la de diciembre de 2023 (73,8 % del PIB).
Tan solo en diciembre el Ibovespa perdió un 4,28 %, con lo que encadenó cuatro meses de caídas consecutivas, y la depreciación acumulada en el último trimestre fue del 8,7 %.
Además de la caída del índice, la mayor plaza de América Latina también registró en 2024 su menor giro financiero desde 2019, pese a que en la época tenía la cuarta parte de inversores que actualmente.
En la época eran 1,4 millones de inversores persona física y hoy son cerca de 5 millones.
Este lunes, en la última sesión del año, el volumen financiero negociado fue de 17.776,6 millones de reales (unos 2877,7 millones de dólares o 2.766 millones de euros) en unas 3,41 millones de operaciones.
El volumen financiero promedio negociado en el año se limitó a 16.400 millones de reales (unos 2.551,9 millones de dólares) diarios, pero el promedio en agosto, su mejor mes y antes de la caída más acentuada, fue de 18.400 millones de reales (unos 2.863 millones de dólares) por día.
Las acciones del Ibovespa que más subieron en la última jornada de negociaciones del año fueron las preferenciales de la aerolínea Azul, con un avance del 5,36 %, seguidas por las ordinarias de la petrolera Brava Energía (+4,21 %).
En la otra punta, las que más perdieron este lunes fueron las unitarias de la red de supermercados colombiana Éxito, con una caída del 9,36 %, y los ordinarios de la concesionaria de vehículos Automob (-2,86 %).
Por su parte, el real brasileño cerró este lunes con una ligera apreciación del 0,22 % frente al dólar gracias a una nueva intervención del Banco Central para defender la moneda, pero acumuló en 2024 una depreciación del 27,35 %, su mayor caída desde 2020, cuando la economía fue castigada por la pandemia.
En el mercado de cambio, la moneda brasileña cerró en la última jornada de negociaciones del año con una cotización de 6,1787 reales por dólar tanto para la venta como para la compra, con una ligera apreciación frente al viernes gracias a que el Banco Central subastó 1.815 millones de dólares para intentar frenar la devaluación.