Maribel Izcue
Tokio, 30 mar (EFE).- La caída de la producción industrial de
Japón por primera vez en un año y el descenso del gasto de los
hogares ensombrecen la recuperación de la segunda economía mundial,
que lucha contra una persistente deflación.
El Gobierno nipón informó hoy de que el ritmo de las fábricas se
redujo en febrero un 0,9 por ciento respecto al mes anterior, por
encima de lo esperado por los analistas, que apuntaban a un
retroceso de solo el 0,4 por ciento.
Las más afectadas fueron las factorías de equipos electrónicos
-especialmente en la producción de pantallas ante la fuerte
competencia de países como Corea del Sur- y del motor, sectores
claves de una economía fuertemente orientada a la exportación.
El índice de entregas de pedidos industriales perdió un 0,2 por
ciento respecto al mes anterior, mientras los inventarios
industriales avanzaron un 1 por ciento, según los datos difundidos
por el Ministerio nipón de Comercio e Industria.
Se trata del primer mes en que la industria nipona pone el freno
a su producción desde hace un año, cuando el país se encontraba a
punto de salir de su peor recesión desde la II Guerra Mundial.
El Ministerio, no obstante, confía en que el ritmo se recuperará
en marzo con un aumento del 1,4 por ciento respecto a febrero,
aunque ha advertido de que en abril podría reducirse de nuevo en una
décima.
Aunque en la senda de la recuperación, el Ejecutivo nipón es
consciente de que la debilidad de la economía nipona, pese a haber
recuperado su pulso exportador en febrero, se asienta todavía sobre
una endeble demanda interna y una deflación instalada desde 2009.
Además de en la producción, la fragilidad de la recuperación
japonesa se reflejó en febrero en el gasto de los hogares, que cayó
por primera vez en los últimos siete meses y se situó en 261.163
yenes (2.095 euros), un 0,5 por ciento menos que el mismo mes de
2009, informó hoy el Gobierno.
Por contra, el ingreso medio por hogar aumentó un 1,3 por ciento,
hasta los 464.866 yenes (3.730 euros).
La cautela consumista de los japoneses, que todavía tienen vivo
el recuerdo de la reciente recesión, está dando quebraderos de
cabeza al Gobierno, que en los últimos meses ha multiplicado sus
esfuerzos para incitar a la población al gasto.
Así, la semana pasada aprobó un astronómico presupuesto de más de
92 billones de yenes (unos 756.000 millones de euros) para el
próximo año fiscal -que comienza el 1 de abril-, con el acento
puesto en el gasto social y el aumento del consumo.
Y es que el gasto de los hogares es un dato clave para determinar
la evolución del consumo privado en la segunda economía mundial,
cuyo Producto Interior Bruto (PIB) depende en un 60 por ciento de
ese apartado.
En medio de este panorama, el Gobierno anunció hoy que el índice
de desempleo se mantuvo estable en febrero en el 4,9 por ciento, su
nivel más bajo desde marzo del año pasado.
Sin embargo, los analistas mostraron su inquietud por los efectos
que puede tener en el mercado laboral el descenso del ritmo de la
industria tecnológica y del motor, que tuvieron un papel fundamental
a la hora de sacar a Japón de la recesión.
"A corto plazo la preocupación en el mercado laboral es la
posible ralentización de la producción en el trimestre que va de
abril a junio", indicó Jun Tsukasa, analista de Nikko Cordial,
citado por la agencia Kyodo.
En febrero el número de desempleados creció en 250.000 personas
frente al mismo mes del año anterior, con lo que el número de
parados se situó en Japón en 3,24 millones de personas, según los
datos preliminares del Ministerio de Interior y Comunicaciones. EFE