Bruselas, 2 oct (EFE).- La Comisión Europea (CE) ha aceptado que
Hungría, Holanda y el Reino Unido extiendan de forma temporal la
jornada laboral máxima de los médicos residentes para mantener los
servicios en el sistema sanitario.
"La Comisión apoya la aplicación completa del límite semanal de
48 horas de trabajo, pero entiende que algunos Estados miembros
pueden necesitar más tiempo para cumplirlo con todos los médicos en
formación", explicó hoy el comisario europeo de Empleo, Vladimir
Spidla, en un comunicado.
La directiva europea de tiempo de trabajo, un texto cuya revisión
se encuentra atascada desde hace años por falta de acuerdo en la UE,
establece que desde 2004 la jornada laboral de los médicos
residentes debía reducirse gradualmente hasta un tope de 48 horas
semanales.
Varios países no han logrado cumplir ese objetivo, fijado para
julio de 2009, y han pedido un periodo adicional para adaptarse a
esa situación, tal y como preveía la propia directiva.
La CE dio hoy su visto bueno a la medida, pero recalcó que la
extensión no debe ir más allá del 31 de julio de 2012 y pidió a los
tres países que más "esfuerzos" para alcanzar el objetivo de las 48
horas al menos en 2011.
El tiempo de trabajo del personal sanitario es precisamente una
de las razones por las que los países de la UE insisten en reformar
la actual directiva.
La mayoría de los gobiernos quieren que los periodos inactivos de
las guardias de los médicos no se tengan en cuenta como parte de la
jornada, después de que varias sentencias del Tribunal de Justicia
de la UE hayan estimado que, según la ley actual, esos periodos
deben calificarse como tiempo trabajado.
Esos fallos judiciales han colocado a la mayor parte de los
países de la UE en una situación irregular, pues la mayoría de los
médicos supera los límites fijados, y forzaron a los gobiernos a
pactar la reforma que luego frenó el Parlamento Europeo.
El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, se ha
comprometido a proponer durante su nuevo mandato un nuevo texto y a
efectuar un análisis sobre las consecuencias sociales que tendría la
reforma legislativa y, en concreto, sobre las excepciones a la
jornada máxima de 48 horas, que provocaron el rechazo de la
Eurocámara. EFE