Bruselas, 24 sep (EFE).- La Comisión Europea reiteró hoy que
vigilará "con extremo cuidado" que las ayudas a Opel cumplan
"escrupulosamente" la normativa europea y se asegurará de que no
incluyan condiciones sobre, por ejemplo, la localización geográfica
de las reestructuraciones.
El portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd, subrayó en
rueda de prensa que el ejecutivo de la UE evaluará "cualquier ayuda"
concedida a la filial europea de General Motors, sea de las
autoridades alemanas, británicas, españolas, belgas o polacas.
El grupo austríaco-canadiense Magna, probable comprador de Opel,
ha adelantado su intención de recortar 11.000 empleos en las
distintas factorías que Opel tiene en Europa, de los que 1.672
serían en la fábrica zaragozana de Figueruelas.
Sin embargo, el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung
(FAZ) reveló esta semana que la reducción de empleos en Figueruelas
ascendería a 2.090.
Entre los gobiernos afectados por la crisis de Opel, tanto el de
Bélgica -donde la fábrica de Amberes se arriesga al cierre total-
como el de Reino Unido -donde hay dos factorías- han hecho constar
su descontento por el proyecto de Magna y han exigido a Bruselas un
análisis exhaustivo de las contrapartidas ofrecidas por Berlín.
En una carta remitida a la comisaria europea de Competencia,
Neelie Kroes, el ministro británico de Empresa, Peter Mandelson, ha
expuesto sus dudas sobre la viabilidad del plan de Magna, que
considera demasiado caro e injusto por su trato a las fábricas más
productivas, en concreto a las británicas y la española.
Desde la Comisión, Todd reseñó que "la carta de Mandelson no
cambiará nada, porque ya lo estamos haciendo", en referencia a la
supervisión de las ayudas.
Respecto a su opinión sobre el proyecto de Magna, el portavoz
indicó que Bruselas no podrá hacer una evaluación precisa hasta que
las autoridades alemanas le envíen toda la información, también
sobre qué tipo de ayudas se van a conocer, en qué cuantía y con qué
plazos. EFE