Martín Herrera
Madrid, 12 sep (EFE).- Los "brotes verdes" parecieron más
evidentes esta semana, según las razones dadas por la OCDE, la
Reserva Federal o el Banco Central Europeo, aunque aún se impone la
cautela porque persistirá durante un buen tiempo más la adversidad,
sobre todo en lo que se refiere a la destrucción de empleo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) afirmó
que ve "signos más fuertes de recuperación" entre la treintena de
estados miembros, pero para el presidente del Banco Central Europeo
(BCE), el francés Jean Claude Trichet, aún no ha llegado el momento
de decir que la crisis finalizó.
La confianza de los consumidores estadounidense en la evolución
de la economía, medida por la Universidad de Michigan, subió en
septiembre a su nivel más alto en tres meses, en sintonía con la
mejora de expectativas apreciada por The Conference Board en su
análisis de agosto.
El jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés
Dominique Strauss-Kahn, insistió en que, aunque se percibe el final
del túnel, persiste la crisis y sus consecuencias sociales, el
desempleo la principal de ellas, seguirán agravándose al menos hasta
la segunda mitad del año próximo.
Coincide prácticamente con ello lo que dijo el miércoles la
Reserva Federal estadounidense en su "Libro beige", donde se muestra
un cauteloso optimismo sobre la evolución de la economía de Estados
Unidos, que continuó su estabilización en julio y agosto, y se
advierte sobre la delicada situación del mercado laboral, aunque lo
peor -agrega- posiblemente haya pasado ya.
La Comisión Europea presentará este próximo lunes sus nuevos
pronósticos, que deben estar en sintonía con las previsiones menos
malas que acaban de hacer otras instituciones, como BCE y la OCDE
tras las tímidas salidas de la recesión de Alemania y Francia,
aunque Japón ha mostrado el viernes unas señales de mejoría más
frágiles de lo estimado.
El BCE dijo que ha concluido la contracción significativa de la
actividad económica y ahora viene la recuperación, pero en forma muy
gradual, con un grado de incertidumbre aún muy alto.
Desde el Bundesbank germano se lanzaba el mensaje de que la caída
en piado de los indicadores se ha frenado, pero el sensible aumento
de las quiebras de empresas alemanas en el primer semestre provocó
cierta inseguridad.
La semana trajo otras noticias, como la fusión de sus divisiones
de telefonía móvil en Gran Bretaña de Deutsche Telekom (T-Móbile) y
France Telecom (Orange) en una sociedad de riesgo compartido y la
oferta de venta por General Motors del 55% de Opel al fabricante de
componentes austríaco-canadiense Magna y su socio ruso Sberbank.
Asimismo, el desplazamiento de Estados Unidos por Suiza como la
economía más competitiva del mundo.
También el descubrimiento en el Golfo del Venezuela de uno de los
mayores yacimientos de gas del mundo, de entre siete y ocho billones
de pies cúbicos, por Repsol YPF en sociedad con la italiana Eni y la
estatal venezolana PDVSA.
Otra buena noticia para Repsol YPF y sus socios Petrobras, de
Brasil, y British Gas fue la constatación de que el campo de Guará,
situado en aguas profundas de la Cuenca de Santos, frente a las
costas brasileñas, acumula entre 1.100 y 2.000 millones de barriles
de crudo ligero de alta calidad y de gas natural. EFE