Davos (Suiza), 27 ene (EFE).- La cuadragésima edición del Foro
Económico de Davos, que reúne cada año a las élites de la política y
las finanzas, abrió hoy una nueva cita que preludia fuertes
diferencias entre Gobiernos y directivos financieros por el futuro
sistema económico y financiero mundial
La apertura oficial del Foro tendrá lugar por la tarde con sendos
discursos de la presidenta suiza, Doris Leuthard, y del francés
Nicolas Sarkozy, quien ya se ha expresado en contra de los excesos
del capitalismo.
Con el mundo apenas saliendo de la recesión, unos 2.500
participantes asisten a esta edición del Foro en medio de las
habituales y fortísimas medidas de seguridad que hacen de esta
pequeña localidad una ciudad sitiada y al abrigo de manifestantes
antiglobalización.
Tras la tormenta que a punto estuvo de hacer naufragar todo el
sistema económico y financiero, y con las aguas más calmadas, los
organizadores del Foro no han perdido la oportunidad de mostrarse
ante el mundo dispuestos a ayudar a encontrar soluciones a un
sistema y a unas prácticas que nunca antes habían criticado.
"Mejorar el estado del mundo: repensar, rediseñar, reconstruir"
es el lema de esta edición marcada por las diferencias entre los
Gobiernos y los directivos financieros y económicos, tras haber
tenido que intervenir los primeros para salvar a bancos y empresas.
Algunos comentaristas sugieren que los directivos de los mayores
bancos estadounidenses aprovecharán su estancia en Davos para
coordinar una postura común contra el anunciado interés de Barack
Obama de evitar que las instituciones financieras arriesguen
demasiado en sus operaciones.
Entre los políticos participantes se encuentran el presidente del
Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de
Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que recibirá el Premio al
Estadista Global, creado por primera ves este año por el Foro, y
otros tres mandatarios latinoamericanos: Felipe Calderón, de México;
Álvaro Uribe, de Colombia; y Ricardo Martinelli, de Panamá. EFE