José Álvarez Díaz
Nankín (China), 30 nov (EFE).- La duodécima cumbre China-UE se
celebró hoy con tensiones entre los Veintisiete y Pekín, que
consideró "injustas" las presiones europeas para que revalúe el yuan
y pidió a Bruselas que predique con el ejemplo y fije un fuerte
compromiso contra el cambio climático ante la cumbre de Copenhague.
El normalmente moderado y casi afable primer ministro chino, Wen
Jiabao, tensó el ambiente con un discurso especialmente firme, en el
que defendió la política económica china, después de que ayer la UE
le apremiara para que llevase a cabo una apreciación del yuan
"gradual y ordenada".
Wen afirmó que la estabilidad de su divisa "es crítica para la
estabilidad económica de China", y aseguró que el no haber dejado
fluctuar libremente al yuan ha facilitado la incipiente recuperación
económica mundial.
"Ahora algunos países (en alusión a la UE y EEUU), por un lado,
quieren que el yuan aumente su valor, y por otro, llevan a cabo un
proteccionismo descarado contra China", dijo el primer ministro
chino.
Precisamente el comisario europeo de Asuntos Económicos y
Monetarios, el español Joaquín Almunia, afirmaba ayer que los chinos
"son igual de conscientes que nosotros" de que un yuan por debajo de
su valor real es el que genera "tensiones proteccionistas".
Con todo, Wen insistió en que "debemos gestionar adecuadamente
las fricciones comerciales y no caer en el proteccionismo", para lo
que su país y la UE, dijo, deberían cultivar la "confianza mutua" y
actuar "como amigos y no como rivales".
Wen hizo estas declaraciones en presencia del presidente de la
Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, y el primer
ministro de Suecia, Fredrick Reinfeldt, que ostenta la presidencia
de turno de la UE, en la clausura de la cita bilateral.
A una semana de la cumbre de la ONU sobre el cambio climático de
Copenhague (7 a 18 de diciembre), Wen también puso en una posición
incómoda a Barroso cuando replicó las peticiones de la UE de que
China intente ir más allá de la oferta de reducción de emisiones que
anunció la semana pasada.
Barroso había pedido a China, "como a todos nuestros
interlocutores", que ofrezca una reducción de emisiones mayor, dado
que al mundo todavía no le salen las cuentas para evitar un
calentamiento global de más de dos grados centígrados.
Wen replicó que el compromiso anunciado por su país es "serio y
solemne", y que sus planes están basados en estudios de viabilidad y
en una planificación "científica y consistente con la realidad".
Pekín ofreció la pasada semana, de cara a la cumbre de Copenhague
sobre cambio climático (7 al 18 de diciembre), una reducción de
entre el 40 y el 45 por ciento de su intensidad de carbono para 2020
(emisión de dióxido de carbono por unidad de PIB) respecto de sus
niveles de 2005.
De esta manera, China puso un compromiso concreto sobre la mesa,
aunque vinculando sus emisiones a su desarrollo económico.
Un día antes, EEUU anunció que recortaría sus emisiones para 2010
en un 17 por ciento respecto de su nivel de 2005, mientras la UE
ofreció reducirlas un 20 e, incluso, hasta un 30 por ciento para
2020 respecto de sus cifras de 1990, si finalmente se alcanza un
acuerdo.
Tras una ceremonia en la que se firmaron media docena de acuerdos
sobre varios proyectos medioambientales y de cooperación, y en la
que se escucharon las incómodas palabras de Wen, Barroso canceló una
sesión de preguntas que tenía programada con la prensa.
Horas después, Wen propuso a la UE, durante la clausura de la 5ª
cumbre de negocios China-UE, paralela al encuentro político,
fomentar más la cooperación en alta tecnología y en experiencias de
energías limpias, abrir más ambos mercados el uno al otro y, de
nuevo, "evitar toda forma de proteccionismo".
La cumbre, a pesar de sacar a la luz las diferencias entre ambas
partes, dio lugar, según Barroso, a "conversaciones que muestran la
madurez de nuestra relación, que se desarrolla sin complejos pero
también sin rivalidades".
"La UE es la economía más grande del mundo y China el país en
desarrollo más grande del planeta", sintetizó Wen, por lo que, al
fin y al cabo, "una buena cooperación nos interesa a ambas partes".
EFE
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