Pekín, 30 abr (EFE).- La Exposición Universal de Shangai, que se
inaugura hoy, acumula las cifras récord de la historia para un
evento de este tipo, entre las que destacan la mayor inversión
económica, la mayor superficie de muestra y la mayor cantidad de
países y organizaciones implicadas.
El Gobierno chino hizo públicos los números oficiales, que
indican una inversión de 4.200 millones de dólares (3.155 millones
de euros), una cifra que ya supone el doble del presupuesto
destinado a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y convierte a la de
Shangai en la Expo más cara de la historia.
Sin embargo, la propia prensa china, siempre afín y controlada
por el régimen comunista, se permitió sugerir que el coste real
asciende a una cifra cercana a los 58.000 millones de dólares
(43.550 millones de euros).
Así, entre otros conceptos, las autoridades de Shangai han
invertido 45.000 millones de dólares (33.800 millones de euros) en
mejorar las infraestructuras, como la red de metro, que se ha
convertido en una de las más amplias del mundo, y la nueva terminal
del aeropuerto de Hongqiao, recientemente inaugurada.
Además, también destinaron 150 millones de euros (110 millones de
euros) en instalaciones relacionadas con las tecnologías de la
información e internet.
Cuando fue elegida en 2002, China -actualmente la tercera
potencia económica mundial, muy cerca de Japón, que es la segunda-
calculó que el impacto económico de la Expo en Shangai sería
equivalente al 0,6 por ciento del PIB del país, superando de largo
la aportación de unos Juegos Olímpicos, que cuantificó en un
incremento del 0,3 por ciento.
Sin embargo, a pesar de los cálculos, el gigante asiático ha
evitado estimar si el acontecimiento, que se alargará desde hoy y
hasta el 31 de octubre, terminará en números verdes o rojos.
La historia indica que las Exposiciones Universales son siempre
eventos deficitarios (Hannover 2000 llegó a acumular pérdidas por
valor de 1.100 millones de dólares), que requieren una gran
inversión y con ingresos magros, que ni los patrocinios ni la venta
de entradas a los visitantes pueden compensar.
También en este sentido destaca la metrópolis china, ya que las
previsiones alcanzan los 70 millones de visitantes (de los cuales
tres millones y medio serían extranjeros), es decir, más de 380.000
personas diarias.
Si se cumple, Shangai sería de largo la Exposición Universal más
concurrida de la historia, un honor que hasta la fecha ostenta la de
Montreal (Canadá) en 1967, que congregó a 50 millones de visitantes.
La importancia de la cita también se demuestra con los
patrocinadores, cuya aportación es secreta, pero que incluye nombres
como Coca-Cola, Siemens, General Motors y China Mobile, la operadora
de telecomunicaciones con más clientes del mundo, casi 500 millones
de personas.
La ciudad china abre las puertas al mayor recinto de la historia
(5,28 kilómetros cuadrados), con un número de países y asociaciones
presentes (239) que deja atrás cualquier otra Expo y que incluye
invitados hasta ahora inéditos, como Corea del Norte. EFE