París, 21 jul (EFE).- La huelga de controladores aéreos franceses
transcurre con total calma y con las perturbaciones y cancelaciones
de vuelos previstas por las autoridades de aviación civil, de las
que más de 60 son de aviones con salida o llegada a España.
"Se cumplen las previsiones en los dos grandes aeropuertos de
París", declaró a Efe un portavoz de la Dirección General de la
Aviación Civil (DGAC), que incidió en que la protesta está
transcurriendo sin incidentes, manifestaciones relevantes o acciones
de piquetes.
El aeropuerto parisino de Orly, recordó, es el más afectado con
un 50 por ciento de los vuelos cancelados, mientras que en el de
Roissy Charles de Gaulle, el de mayor actividad del país, el
porcentaje de cancelaciones es de algo menos del 20 por ciento.
En Niza -tercer aeropuerto francés por tráfico- se suprimieron
alrededor del 10 por ciento de los vuelos, sobre todo los que unen
la capital de la Costa Azul con París.
El portavoz precisó que siguen cerrados al tráfico aéreo los
aeropuertos de ciudades más pequeñas como Biarritz, Pau, Brest,
Dinard y Metz-Nancy.
Sin embargo, ya han reiniciado sus operaciones los de La Rochelle
y Bergerac, cerrados durante la mañana, así como el de
Lille-Lesquin, que ya reabrió desde media mañana.
Todos estos aeródromos están al margen de los servicios mínimos
que la Aviación Civil garantiza para las diez mayores plataformas
aeroportuarias del país.
En términos generales, el balance es "conforme" a las previsiones
y la gestión está siendo bastante fluida, según el portavoz de la
DGAC, que añadió que se espera que el "retorno a la normalidad" se
produzca a partir de primera hora de mañana, jueves.
Es posible que algunos de los vuelos previstos para mañana, sobre
todo los de llegada a aeropuertos franceses, sufran todavía algún
retraso debido a esta nueva protesta de los controladores en contra
de la reorganización del espacio aéreo europeo.
No se ha registrado en ningún momento caos ni ha habido protestas
significativas de los pasajeros afectados que, en esta ocasión, han
seguido las recomendaciones de las autoridades.
En la mayoría de los casos, los viajeros ni tan siquiera se
desplazaron a los aeropuertos tras haber constatado previamente con
sus respectivas compañías que sus vuelos estaban cancelados.
Por lo que se refiere al nivel de seguimiento, la DGAC estima que
un 30 por ciento de los controladores franceses están secundando el
paro y un 10 por ciento del conjunto del personal de Aviación Civil,
un resultado muy similar al de las huelgas realizadas en enero y
febrero.
Los organizadores hacen, sin embargo, un balance bastante más
optimista y califican de "fuerte" la movilización.
Advierten además de que, si la situación no cambia, convocarán
otra protesta similar para el mes de septiembre.
Se trata de la tercera huelga en lo que va de año de los
controladores aéreos franceses en contra de la reorganización del
espacio aéreo para su unificación en la Unión Europea (UE).
Concretamente, la razón del paro, convocado por sindicatos
minoritarios -que en conjunto reivindican la mitad de la
representación-, es denunciar la reestructuración del espacio aéreo
europeo para la unificación en varios bloques que integrarían a un
grupo de países, cuando hasta ahora la competencia es de cada
Estado.
Los sindicatos convocantes del movimiento temen en particular que
los 4.400 controladores franceses y buena parte de los otros 8.000
empleados de la DGAC pierdan su estatuto de funcionarios al ser
absorbidos por una estructura junto a sus colegas de Alemania,
Suiza, Bélgica, Holanda y Luxemburgo en FABEC (Fonctional Airspace
Block Europe Central). EFE
pi/pam
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