Mónica Martínez
Lima, 28 abr (EFE).- La industria peruana de la moda y de las
artesanías apunta, cada vez más, a un consumidor extranjero de alto
poder adquisitivo que aprecia las fibras naturales, el diseño
utilitario y los detalles lujosos, tal como se muestra desde hoy en
la feria "Perú Moda y Gift Show 2010".
Los diseñadores peruanos que se abren paso en el mundo de la moda
conservan en sus piezas los tejidos de alpaca y vicuña, los
camélidos suramericanos cuyo pelo mantiene el calor corporal como
pocas fibras naturales, además de la frescura de los algodones pima
y tangüis.
Los artesanos en cerámica de Chulucanas (Piura), Quinua
(Ayacucho) y Cuzco han renovado sus clásicas piezas con la asesoría
de expertos, así como los tejedores de Arequipa, Puno y Ayacucho
mejoraron su producción bajo los términos del Comercio Justo,
introducido por primera vez en esta feria que ya tiene doce años de
existencia.
El ministro peruano de Comercio Exterior, Martín Pérez, cortó la
cinta multicolor para inaugurar la exhibición de 450 empresas
distribuidas en 17.000 metros cuadrados de la fortaleza del Real
Felipe, en el puerto del Callao.
La oferta del Perú Moda trae muchos vestidos, abrigos, ropa de
bebé, gorros y bufandas con tejido manual, elaborado por talleres de
campesinos a lo largo del país.
"Perú es neto tejedor. (Pero) el tema es hacer toda la tradición
que tenemos más comercial, que no se nos vea muy artesanal", explicó
a Efe la diseñadora Harumi Momota, que no sólo presenta su colección
en la feria sino que también asesoró a otros expositores.
Momota mostrará en la pasarela de la feria una colección de
vestidos tejidos en lana de baby alpaca, seda y acrílico con muchos
calados y flores, un estilo romántico y en colores oscuros que gustó
en el último pret a porter de París, en el que participó en marzo
último.
"Ya vendí la colección en Alemania, en París ahora estoy en
conversaciones y en Japón estoy buscando un representante porque es
un mercado difícil", explicó la joven empresaria.
La diseñadora confió en que "de aquí a cinco años, Perú va a ser
una gran potencia (en confecciones)" y aseguró que se debe "trabajar
para eso" dándole mayor importancia al control de calidad en los
materiales y el diseño, además de capacitar la mano de obra.
Junto a ella se presentan Sergio Dávila, Rosario de Armenteras,
Sumy Kujon, Ana María Giulfo, Gerardo Privat, Claudia Bertolero,
Roger Loayza, Fátima Arrieta, Claudia Jiménez y Meche Correa.
En paralelo a la moda, se presenta una exhibición de un centenar
de exportadores de artesanías, joyas, muebles y regalos que buscan
hacer contacto con los representantes de Cost Plus World Market, ABC
Carpet & Home, Phillips Collection y Ten Thousand Villages, algunos
de los grandes almacenes que importan estas piezas alrededor del
mundo.
Una de las empresas que participa de esta feria desde sus inicios
es Allpa, dedicada a la exportación de cerámicas de Chulucanas,
chales y mantas de alpaca, joyas de plata y muebles de madera.
"Antes el producto étnico se vendía, pero hace 15 años el mercado
cambió, empezó a modernizarse, a pedir productos más utilitarios, y,
en la medida que entró la competencia asiática, esto lo hizo todo
más difícil", resumió María del Carmen de la Fuente, gerente de
Allpa en entrevista con Efe.
Las piezas de artesanía que vende Allpa se dirigen a un
consumidor medio-alto en Norteamérica y Europa que buscan artículos
que reflejen las tendencias actuales de moda, en color y diseño.
Para llenar esas expectativas los exportadores de artesanía deben
acudir a ingenieros y diseñadores industriales que verifiquen que no
haya plomo o níquel en sus productos y asegurarse de que las
bandejas en vidrio pintado o los sofisticados juegos de té en
cerámica tengan el color y el diseño adecuado.
Con esta feria, la oficina de promoción turística PromPerú espera
que los expositores logren negocios por 75 millones de dólares en
Brasil, Argentina, España y EE.UU., los mercados elegidos para esta
edición. EFE
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