Lisboa, 27 sep (EFE).- Portugal debe adoptar nuevas medidas de
ajuste y reformar su mercado laboral para superar la crisis y
generar confianza en los mercados, según un informe de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El documento, presentado hoy en la capital lusa, reconoce que el
país ha hecho "progresos significativos", pero su ya débil potencial
de crecimiento se ve afectado por la crisis global y, además, la
presión sobre su deuda "si persiste, puede poner en riesgo la
recuperación".
"El reto inmediato es fomentar la confianza de los inversores
rápidamente", señala el informe, que destaca también la necesidad de
que el Ejecutivo socialista luso "reduzca de forma sustancial el
abultado déficit externo" y ponga al país en la senda de un
crecimiento sostenible.
La consolidación fiscal, subraya, es la clave para restaurar la
confianza de los mercados, que exigen ahora para comprar deuda lusa
los intereses más altos desde la introducción del euro en 2002, un
6,3%.
Según la OCDE el Gobierno portugués debe estar preparado para
nuevos aumentos de impuestos, como el IVA e introducir un sistema
fiscal más simple y efectivo que el actual, que garantice a las
empresas un entorno más transparente.
También recomienda que se adopten políticas para reducir la
dependencia exterior, sobre todo la energética, y el déficit en la
balanza de pagos con una mayor productividad y competitividad de la
economía lusa.
En materia laboral el documento sugiere reducir la "dualidad" del
mercado laboral, sujeto a regímenes muy diferentes de contratos
temporales y regulares y que se rebaje la legislación proteccionista
de estos últimos para combatir el desempleo cíclico.
También expresa la conveniencia de revisar la estructura de los
subsidios de desempleo, para que no estén vinculados a la edad y
ofrezcan cobertura a los trabajadores con menos de un año de
cotización, así como elevar la contribución de las empresas a la
seguridad social, que está por debajo de la media europea.
Si el país no afronta estas reformas la tendencia al aumento del
desempleo, que ya supera el 10%, a causa de la coyuntura económica
puede volverse un problema estructural, advierte la OCDE.
Los esfuerzos ya en marcha para elevar el nivel de formación de
la población deben igualmente consolidarse, agrega, para ayudar a
impulsar la economía, reducir la brecha educativa y combatir las
carencias socioeconómicas.
En concreto el informe aconseja a Portugal reducir las altas
tasas de fracaso escolar y reforzar los mecanismos de supervisión
del rendimiento educativo, pero dentro de un contexto de estrictas
limitaciones presupuestarias.
Al hacer balance de la situación económica portuguesa, la OCDE
constata su crecimiento negativo del 2,6% en 2009, en medio de una
profunda recesión similar al resto de la zona euro, y señala que el
país se benefició de la inexistencia de una burbuja inmobiliaria y
de una baja exposición a los "activos tóxicos".
El crecimiento ha vuelto en 2010 "pero es incierto a medio plazo"
y su débil potencial se ve afectado por al crisis global.
Además Portugal no ha escapado a las recientes turbulencias del
mercado y la penalización de su deuda y los mayores intereses de
refinanciación "ponen en riesgo la recuperación", anota el
documento.
El reto inmediato es restaurar la confianza de los mercados con
una rápida consolidación de las finanzas públicas y después
estrechar los desajustes macroeconómicos para lograr una "reducción
sustancial" del déficit público.
La OCDE considera "apropiada" la estrategia portuguesa de reducir
ese déficit, que en 2009 se situó en el 9,4%, a menos del 3% en 2013
y califica de "camino correcto" las decisiones tomadas en mayo por
el Ejecutivo socialista, con el apoyo de la oposición conservadora,
para bajarlo en 2010 al 7,3%.
Sin embargo el Gobierno luso, en minoría parlamentaria, y la
oposición están ahora enfrentados por los presupuestos para 2011,
que los conservadores sólo se muestran dispuestos a respaldar si
incluyen una reducción del gasto público, pero no aumentos de
impuestos.
En aparente alusión a este desentendimiento, la OCDE no descarta
la necesidad de nuevas medidas de ajuste si afloran turbulencias en
el mercado, y considera "importante mantener un fuerte consenso
político sobre la consolidación fiscal". EFE