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Rafa Caballero
Ginebra, 30 sep (EFE).- El empleo en los países desarrollados
sólo recuperará su nivel de antes de la crisis en 2015, y no en 2013
como se auguraba hace un año, según un informe difundido hoy por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"De continuar con las políticas actuales, la recuperación del
empleo a su altura previa de la crisis se atrasará hasta 2015 en las
economías avanzadas, en vez de hasta 2013 como se esperaba hace un
año", alerta el estudio titulado "¿De una crisis a la siguiente?".
A su juicio, la principal razón para el cambio de este pronóstico
reside en la retirada de los estímulos fiscales, "decisivos para el
despegue de la recuperación", por lo que concluye que "la austeridad
prolongará la crisis del empleo".
El responsable del informe, Raymond Torres, director del
Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT, asegura a
Efe que "hay un riesgo de desempleo de larga duración y de recesión
prolongada en el mercado laboral".
El estudio precisa que en 35 países de los que se dispone de
datos casi el 40 por ciento de quienes buscan trabajo llevan
desempleados más de un año, lo que significa que "están muy
expuestos a la desmoralización, la pérdida de autoestima y a
problemas de salud mental".
El porcentaje de parados de larga duración -más de un año
desocupados- ha subido el 9 por ciento en un año, recuerda Torres, y
"más de 4 millones ya han dejado de buscar trabajo", con la
consecuencia de que "la gente se siente menos satisfecha con su
vida".
La OIT detalla en su informe que "en tres cuartas partes de 82
países analizados la percepción de la gente sobre su calidad y nivel
de vida disminuyó en 2009 en relación con los datos disponibles de
2006".
Y además en 36 de 72 países estudiados "la gente tiene ahora
menos confianza en los gobiernos que antes de la crisis", al tiempo
que se han registrado casos de tensión social relacionados con la
crisis económica en al menos 25 países, muchos de ellos avanzados.
"Los gobiernos no deberían tener que escoger entre las exigencias
de los mercados financieros y las necesidades de sus ciudadanos",
critica, por su parte, el director general de la OIT, Juan Somavia.
"La estabilidad financiera y la estabilidad social deben ir
unidas. De lo contrario, no sólo estará en peligro la economía
mundial, sino también la cohesión social", añade.
Al respecto, Torres expone que en los países en los que crece la
economía pero baja el empleo el clima social empeora, mientras que
en los que el trabajo no desciende mejora el clima social,
independientemente del comportamiento económico.
Por ello, el estudio aboga por hacer del empleo "un objetivo
macroeconómico clave, al igual que lo son la baja inflación y las
políticas fiscales sostenibles".
De este modo, propone que las políticas se centren "en reducir el
riesgo de desempleo a largo plazo y en vincular el salario a la
productividad en países con superávit".
Antes de la crisis, los salarios subían más que la productividad,
por lo que la recuperación "seguirá frágil" mientras los ingresos
del trabajo aumenten menos que la producción y mientras el sistema
financiero continúe con su comportamiento ineficaz.
"Tres años después del inicio de la crisis, todavía las pequeñas
empresas tiene dificultad para acceder al crédito, incluso cuando
tienen proyectos interesantes de inversión y expansión, y de
crecimiento y creación de empleo", se lamenta Torres a Efe.
En su opinión, "las causas primarias de la crisis aún no se han
abordado correctamente".
Así, el informe considera que "el talón de Aquiles de la economía
mundial es la coexistencia de un crecimiento alimentado por la deuda
en algunos países desarrollados y de un crecimiento basado en las
exportaciones en el caso de las economías emergentes".
Para la OIT, se necesita crear 22,7 millones de puestos de
trabajo en 68 países para que el empleo vuelva a su nivel de antes
de la crisis, de los que 2,1 millones se ubican en Latinoamérica, y
14,3 millones en países desarrollados. EFE
rcb/vh/jla