Ginebra, 3 jun (EFE).- Gobiernos, sindicatos y patronales prevén
aprobar durante la Conferencia anual de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) una norma inédita para combatir la
discriminación contra los trabajadores portadores del virus del sida
y ayudarles a conservar sus empleos.
Este proceso resulta fundamental en tiempos de crisis económica y
social pues los lugares de trabajo son buenos puntos de acceso para
los programas de prevención del sida rentables y duraderos, explicó
hoy la directora del Programa sobre sida de la OIT, Sophia Kisting.
La norma, que se prepara desde hace más de un año y se someterá a
consideración de los miembros de la OIT a mediados de mes, plantea
medidas como el reconocimiento explícito de que el sida es un
problema en el lugar de trabajo, pero debe tratarse como cualquier
otra enfermedad grave.
Igualmente señala que debe acabarse con la estigmatización y
discriminación de los empleados infectados y que no debe exigirse la
presentación de diagnósticos relativos al VIH a los candidatos a un
puesto ni a los que ya están empleados.
La OIT considera asimismo que "una infección por el VIH no
constituye una causa justificada de despido" y que los afectados
"deben tener la posibilidad de trabajar mientras estén médicamente
aptos".
"La evidencia indica que cuando más nos concentremos en la
prevención más vidas podremos salvar", señaló Kisting en una rueda
de prensa en el marco de la conferencia anual de la OIT.
Asimismo, sostuvo que los programas llevados a cabo por esa
organización en empresas de una veintena de países ha demostrado que
éstos son eficaces y pueden tener buenos resultados en cuanto a la
mejora del conocimiento, la aptitud y el comportamiento frente al
sida.
Se prevé que el plenario de la conferencia de la OIT adopte el
próximo día 16 esta norma internacional sobre el sida en el mundo
laboral en forma de "recomendación". EFE