Ginebra, 19 ene (EFE).- La Organización Mundial del Comercio
decidió hoy crear un grupo de expertos para dictaminar cobre la
denuncia de la Unión Europea contra Filipinas por las tasas que
aplica a las importaciones de bebidas alcohólicas destiladas, como
el brandy español o el whisky escocés.
Para la UE, Filipinas vulnera las reglas del comercio
internacional con esos impuestos, ya que "son entre 10 y 50 veces
superiores" a los que gravan los productos nacionales, según expresó
hoy el representante comunitario ante el Órgano de Solución de
Diferencias del organismo multilateral.
"Con esta petición de panel, la UE busca restablecer el juego
limpio asegurándose de que Filipinas respeta sus obligaciones ante
la UE", señaló.
La parte filipina argumentó que sus medidas son conformes a las
normas de comercio de la OMC, mientras que EEUU, que intervino en la
sesión de hoy, recordó que también está preocupado por el sistema
aduanero filipino para las bebidas alcohólicas destiladas y que ha
iniciado también los pasos para el arreglo de la disputa.
Filipinas es uno de los principales mercados de Asia para el
comercio de bebidas alcohólicas; las producidas en el país proceden
de la caña de azúcar, mientras que entre las importadas de la UE
destacan el brandy español y el whisky escocés.
La UE ha denunciado repetidamente las trabas de Filipinas a la
importación de bebidas alcohólicas.
"Este problema ha evitado a los exportadores de la UE competir en
condiciones justas en el mercado filipino y ha provocado un descenso
agudo de las importaciones de espirituosas europeas", declaró
recientemente la comisaria europea de Comercio, Catherine Ashton.
Las bebidas producidas con materias primas usadas típicamente en
Filipinas están gravadas con una tasa fija mientras que las
restantes, la mayoría importadas, están sometidas a una fiscalidad
mucho más alta.
Según la CE, las ventas de las espirituosas obtenidas en
Filipinas han aumentado el 8 por ciento desde 2005, mientras que la
comercialización de las bebidas importadas por ese país ha
disminuido: entre 2004 y 2007 los envíos de la UE al país asiático
se redujeron de los 37 a los 18 millones de euros. EFE