Martín Herrera
Madrid, 27 feb (EFE).- El crecimiento de EEUU por encima de lo
esperado, pero aún débil; los dispares resultados empresariales y el
riesgo de sufrir una burbuja en algunos países emergentes, como
Brasil, marcaron la semana que ahora acaba.
Estados Unidos creció en el último trimestre del año pasado un
5,9%, a un ritmo mucho más acelerado de lo que se esperaba, aunque
en el conjunto de 2009 el Producto Interior Bruto (PIB) experimentó
una contracción del 2,4%, la mayor desde 1946.
Se confirma la reactivación iniciada a mediados de 2009, aunque
la misma sigue siendo débil, para acabar 2010 entre un 3% y un 3,5%,
según dijo el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.
Por ese motivo -explicó Bernanke en el Congreso de EEUU- los
tipos de interés permanecerán anormalmente bajos por un tiempo
prolongado.
Una recuperación sostenible va a depender -agregó- de que haya un
crecimiento continuado de la demanda de bienes y servicios, que aún
es moderada.
En la Unión Europea, la inflación interanual continuó su
progresivo aumento, hasta el 1% en enero, mientras la Comisión
Europea confirmaba el pronóstico de crecimiento anunciado en otoño
de tan solo del 0,7% para 2010.
La recuperación se está materializando, pero sigue siendo frágil,
igual que en EEUU, destacan los especialistas, que esperan una
ralentización global en los próximos meses.
Quizás por ello, la confianza de los consumidores de EEUU en la
evolución de la economía y de su situación financiera bajara en
febrero y en la Unión Europea se mantuviera invariable.
En cuanto a las bolsas de Latinoamérica febrero cerró con
ganancias que van desde el 1,68% de São Paulo, que logró esos
beneficios tras la turbulencias de comienzos del mes, al 4% de
México. Buenos Aires cayó más del 3%.
Pero en lo que va de año todas ellas registran pérdidas, como la
española, que desde el primero de enero se ha dejado más de un 13%,
la mitad de lo que avanzó en 2009.
Por el contrario, Wall Street avanzó en febrero, concretamente
casi un 2,6% en el índice Dow Jones, que tuvo su mejor mes desde
noviembre pasado y se situó un 43% por encima del nivel que tenía
hace un año.
El índice de la bolsa paulistana supera los 66.000 puntos, desde
los 30.000 que tenía en 2008 en medio de la crisis, lo que indica
una revalorización enorme, que atrae dinero externo.
Según el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, Brasil
-junto con Indonesia y otros países emergentes- están en "riesgo
real" de sufrir una burbuja en el precio de sus activos por la
avalancha de capitales extranjeros.
Los resultados presentados esta semana mostraron que 2009 acabó
con perdidas de grandes empresas como la aerolínea franco-holandesa
Air France-KLM, la española Iberia, el británico Lloyds Banking
Group, el germano Commerzbank o el banco francés Natixis.
En Estados Unidos, la aseguradora American Internacional Group
(AIG) perdió 8.873 millones de dólares durante el último trimestre
de 2009, mientras que la financiera Fannie Mae informó de que pedirá
15.300 millones de dólares adicionales de ayuda pública federal
debido a nuevas pérdidas.
Mientras, otras firmas como la hispano-argentina Repsol YPF, la
eléctrica española Iberdrola, la energética Endesa, la metalúrgica
argentina Tenaris, el grupo cervecero mexicano Mondelo o la
multinacional automotriz Wolkswagen ganaron, pero con reducción de
sus beneficios respecto a 2008.
Aumentaron sus beneficios, entre otras, la española Telefónica,
sobre todo gracias a sus ingreso en América Latina, donde de efectúa
más del 40% de sus ventas; la cervecera holandesa Heineken y el
estatal Banco do Brasil, que logró los mayores beneficios jamás
alcanzados por una entidad bancaria en ese país.
El presidente de Telefónica, Cesar Alierta, echó leña al fuego de
las fuertes conjeturas sobre una fusión con Telecom Italia, al
mostrar su satisfacción con la participación actual (46%) en Telco,
el consorcio que controla la italiana.
En España, las 35 empresas que integran el índice selectivo de la
bolsa, ganaron en 2009 un 22% menos que en 2008. Fueron unos 41.000
millones de dólares, de los que casi un 22% correspondieron a Banco
Santander, un 19% a Telefónica y un 10% el banco BBVA, es decir, que
entre las tres se repartieron más de la mitad del total de las
ganancias. Se trató de la mayor caída general de beneficios desde
2002.
El presidente de Toyota, Akio Toyoda, trato de contrarrestar en
EEUU con toda clase de disculpas, lamentos y la aceptación de
responsabilidad en el escándalo por los problemas de aceleración que
ocasionaron la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos, tras
acusaciones a la empresa en el Congreso de haber "engañado" al
público. EFE