Tokio, 18 ene (EFE).- El nuevo ministro de Finanzas de Japón,
Naoto Kan, afirmó hoy que la recuperación económica es la prioridad
del Gobierno, que pasa por la aprobación del presupuesto, durante la
apertura del nuevo período de sesiones en la Dieta (Parlamento).
Kan, nombrado ministro el 7 de enero, indicó que la segunda
economía del mundo ha dado signos de recuperación, pero que la
situación es débil y persisten los riesgos derivados de la deflación
y un deterioro del mercado de trabajo, informó la agencia Kyodo.
Al igual que Kan, el primer ministro, Yukio Hatoyama, insistió en
la necesidad de que la Dieta apruebe rápidamente, durante el período
de sesiones que se abrió hoy, los dos proyectos presupuestarios
récord todavía pendientes.
Está previsto que el Gobierno presente este jueves al Parlamento
su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2010, que comenzará en
abril próximo y supera los 92,3 billones de yenes (701.000 millones
de euros), el mayor de la historia de Japón.
Ese presupuesto incluye un nuevo plan de estímulo dotado con 7,2
billones de yenes (55.022 millones de euros), que incluye medidas
destinadas a apoyar a las pequeñas y medianas empresas y a impulsar
la compra de productos ecológicas por parte de los consumidores.
Además, el Gobierno ha planteado un proyecto extra para agregar
al presupuesto del actual ejercicio fiscal que asciende a 88,5
billones de yenes (672.500 millones de euros).
El nuevo período de sesiones en el Parlamento, que durará 150
días, va a verse marcado por esos dos proyectos presupuestarios pero
también por la polémica que acompaña al número dos del partido
gobernante, Ichiro Ozawa, supuestamente implicado en un escándalo
sobre la gestión de sus fondos.
En una encuesta publicada hoy por el diario Yomiuri, el de más
tirada del país, el 70 por ciento de los encuestados cree que Ozawa,
secretario general del Partido Democrático (PD), debe de dimitir.
Este fin de semana un parlamentario del PD y dos ayudantes de
Ozawa fueron detenidos por su supuesta relación con fondos
utilizados para la compra de un terreno en Tokio en el 2004, que
ascienden a 400 millones de yenes (unos 3 millones de euros) y
proceden supuestamente de donaciones ilegales. EFE
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