Moscú, 24 ago (EFE).- La sequía recortará al menos un 0,8 por
ciento del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) este año,
aseguró hoy Andréi Klepach, viceministro de Economía de Rusia.
"La influencia directa de la sequía se estima, como mínimo, en un
0,4-0,5 por ciento del PIB, pero el impacto total será por lo visto
del 0,7-0,8 por ciento, si no más", dijo Klepach en rueda de prensa,
según las agencias rusas.
La economía rusa creció un 3,8 por ciento en los primeros siete
meses del año, lo que supone un descenso de cuatro décimas
porcentuales con respecto a junio.
La producción industrial cayó un 0,8 por ciento y el sector de la
construcción también experimentó un descenso del 1,6 por ciento.
El viceministro explicó que el impacto definitivo en la economía
de la sequía más grave de las últimas décadas sólo se conocerá en
noviembre al término de la recolecta.
Analistas de los bancos HSBC y Uralsib consultados por el
periódico "Kommersant" calculan que la sequía y los incendios
forestales causarán un descenso de un punto porcentual en el
incremento del PIB, lo que representa unas pérdidas directas de
450.000 millones de rublos o 15.000 millones de dólares.
Según el Ministerio de Agricultura, la sequía ha arrasado más de
once millones de hectáreas de cultivos desde junio, lo que supone el
26 por ciento del total.
Rusia ha recogido hasta ahora 40,7 millones de toneladas de
cereales, un 30 por ciento menos que en el mismo período de 2009,
debido a la sequía que asoló este país en junio, julio y la primera
mitad de agosto.
La situación es especialmente grave en el centro de la parte
europea de Rusia, donde se han recogido 9,4 millones de toneladas de
grano, frente a los 17,9 millones del pasado año.
Mientras, en el Cáucaso y en los Urales la cosecha se mantiene en
los niveles de 2009.
El viceministro de Agricultura, Alexandr Pétrikov, aseguró ayer
que la cosecha será este año de 60 millones de toneladas, según las
previsiones más pesimistas.
En caso de la recolección en Siberia sea mejor de lo esperado, la
cosecha nacional podría ser de 65-67 toneladas, indicó el
funcionario.
Algunos expertos han advertido de que, por primera vez en quince
años, Rusia podría tener que importar grano en los próximos meses.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, anunció el pasado 5 de
agosto la suspensión hasta fines de año de las exportaciones de
trigo, centeno, cebada, maíz y de la harina de trigo y de centeno,
pero no de arroz.
Esa decisión provocó el pánico en los mercados internacionales de
grano, ante el temor de que otros países exportadores de la región
también restrinjan sus exportaciones.
El Banco Mundial llegó a afirmar que la decisión rusa podría
provocar una crisis alimentaria global. EFE