Bruselas, 20 sep (EFE).- Las tres principales agencias
internacionales de calificación de riesgo han otorgado la máxima
nota a la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), el
instrumento creado por los estados de la Eurozona para rescatar a
los miembros con problemas presupuestarios.
Según informó hoy la FEEF en un comunicado, las agencias Standard
& Poor's, Moody's y Fitch Ratings han concedido a sus futuras
emisiones las calificaciones "AAA, "Aaa" y "AAA", respectivamente,
lo que representa la mejor nota en cada caso, y han considerado
"estable" la perspectiva de calificación futura.
"Estamos muy satisfechos de obtener la máxima calificación por
parte de todas las agencias", declaró en la nota el máximo
responsable de la FEEF, el alemán Klaus Regling.
"Es una clara confirmación de que la FEEF puede desempeñar su
papel y ser una de las piedras angulares de la estrategia europea
dirigida a mantener la estabilidad en el mercado de la deuda
soberana de los países de la Eurozona", añade.
La misión temporal de la FEEF -sociedad con sede en Luxemburgo-
es prestar financiación a aquellos estados de la zona euro que
pudieran ver cerrado el acceso normal al mercado de deuda, como le
sucedió a Grecia a principios de año.
Para ello, la facilidad financiera emitirá, llegado el caso,
bonos y otros instrumentos de deuda con el fin de recaudar capital
con el que conceder préstamos, a tipos de interés abordables, a los
países que lo soliciten formalmente.
Sus emisiones estarán respaldadas por la garantía de los estados
de la Eurozona participantes, hasta un máximo de 440.000 millones de
euros.
La obtención de una excelente calificación crediticia era clave
para atraer a los inversores internacionales y abaratar el coste de
los futuros préstamos.
La FEEF forma parte de la red de emergencia que los gobiernos
europeos tuvieron que improvisar entre mayo y junio pasado, cuando
la crisis de la deuda griega empezó a contagiarse a otros países,
entre ellos España y Portugal, y peligró la estabilidad de la moneda
única europea.
Los otros dos componentes de la red son el llamado Mecanismo
europeo de Estabilización Financiera, gestionado por la Comisión
Europea (CE), con capacidad para movilizar préstamos hasta 60.000
millones de euros garantizados por el presupuesto comunitario, y los
créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI) por un montante de
hasta 250.000 millones de euros.
Cualquier ayuda a un país en dificultades proveniente de estos
instrumentos estará sujeta a condiciones muy estrictas que quedarán
reflejadas en un programa de saneamiento negociado con la CE y el
FMI.
En las últimas semanas es Irlanda el estado miembro que más
presión está sufriendo en el mercado de la deuda pública, debido a
la fragilidad de su sistema bancario y sus problemas
presupuestarios.
El interés del bono a diez años ha alcanzado máximos históricos,
tras la incertidumbre provocada por la crisis de uno de los
principales bancos nacionales, el Anglo Irish Bank, bajo control del
Gobierno de Dublín.
Hasta ahora, Bruselas ha autorizado temporalmente inyecciones de
dinero público en la citada entidad por un total de 25.000 millones
de euros.
Por éste y otros motivos, el gobernador del Banco central del
país, Patrick Honohan, expresó hoy sus dudas sobre la capacidad del
gobierno de cumplir el compromiso de reducir el déficit por debajo
del 3% en 2014.
No obstante, en una conferencia celebrada hoy en Tallin
(Estonia), el comisario europeo de Asuntos económicos y monetarios,
Olli Rehn, dijo tener "completa confianza en Irlanda y en su
capacidad para actuar con determinación para completar su
saneamiento fiscal, así como la necesaria reestructuración del
sector financiero y bancario".
Ante una pregunta de la prensa sobre si el Ejecutivo comunitario
va a mostrar "comprensión" hacia Irlanda, el portavoz de Rehn
reconoció en Bruselas el peso de la carga adicional que supone la
crisis del Anglo Irish Bank, pero insistió en que Irlanda debe
cumplir sus compromisos.
"Este no es un asunto de clemencia", dijo el portavoz, Amadeu
Altafaj. EFE