Londres, 7 ene (EFE).- Las cajas de ahorro españolas se enfrentan
a una "travesía del desierto que puede durar cuatro o cinco años y
necesitarán ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y
del Banco de España", según admite en el diario Financial Times el
presidente de una de las más fuertes.
Según un análisis que publica hoy el periódico británico, tanto
las cajas como los bancos se enfrentan este año a un triple golpe a
su rentabilidad: primero porque los márgenes de interés están bajo
presión dada la forma en que se fijan una vez al año las hipotecas
variables, ligadas al Euríbor.
Cuando este último está sólo ligeramente por encima del uno por
ciento, los pagos mensuales de quienes tienen alguna hipoteca se
fijan progresivamente a niveles cada vez más bajos.
Al mismo tiempo, sin embargo, los bancos y las cajas, necesitados
como están de liquidez, están dispuesto a pagar el doble de los
intereses que pueden cobrar a su vez a los propietarios de viviendas
a fin de conseguir depósitos a largo plazo.
El segundo problema, según el FT, es que al tiempo que los
préstamos se hacen de cobro más difícil o imposible -se temen que
los activos tóxicos aumenten este año hasta un 7 o un 8 por ciento
del total de activos, y las cajas están en ese sentido en peor
situación que los bancos- unos y otras van a consumir rápidamente
las provisiones que ayudaron a mejorar sus resultados el año pasado.
En tercer lugar, el Banco Central Europeo trata de que los
institutos financieros vayan renunciando al apoyo de liquidez de
emergencia que les ha estado prestando a un interés de sólo un 1 por
ciento durante la fase álgida de la crisis.
Algunos bancos europeos, entre ellos españoles, dependieron
excesivamente para su financiación de la venta de hipotecas
securizadas en los mercados internacionales y desde que "se
congelaron" esos mercados, han pasado a depender del Banco Central
Europea.
"Los bancos que lo necesiten tendrán que acudir al mercado. Y no
será al 1 por ciento sino mucho más alto, con lo que los resultados
del próximo año serán muy malos", predijo al FT el directivo de la
caja de ahorro española, que quiso mantener el anonimato.
Los bancos comerciales no serán inmunes a esos problemas ni a la
mala situación económica española en general y tendrán dificultades
para obtener beneficios en España.
El Santander y el BBVA podrían protegerse en parte gracias a su
diversificación en otros mercados, especialmente en América latina,
pero el mayor problema será para las cajas, que representan la mitad
de los activos del sistema bancario del país.
El gobernador del Banco España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez,
quiere ver reducido el número de sucursales y de empleados de las
cajas de ahorros y, en una entrevista que mantuvo en noviembre con
el FT, abogó por la absorción de hasta un tercio de las 45 cajas de
ahorros del país por instituciones más fuertes. EFE