Tokio, 4 feb (EFE).- El fabricante japonés Toyota cuantificó hoy
el impacto de sus masivas revisiones de vehículos en todo el mundo
en unos 180.000 millones de yenes (1.426 millones de euros), al
tiempo que minimizó el problema del freno de sus híbridos Prius.
Al anunciar sus resultados financieros del último trimestre de
2009, los responsables del líder mundial del motor explicaron en
rueda de prensa que esa cifra incluye el coste de las revisiones de
ocho millones de unidades en todo el mundo por posibles fallos, así
como el impacto sobre las ventas.
El fabricante ha fijado unas provisiones de 100.000 millones de
yenes (794 millones de euros) para el control de calidad de los
vehículos y de hasta 80.000 millones de yenes (635 millones de
euros) para cubrir el esperado descenso en ventas y otros gastos.
Según Toyota, las revisiones por posibles fallos en el pedal de
acelerador supondrán una reducción de la ventas en 100.000 unidades,
el 80 por ciento de ellas en Estados Unidos y el porcentaje restante
en el resto de sus mercados.
A finales de enero, Toyota llamó a revisión 4,5 millones de
vehículos en EEUU, Europa y otras zonas por un posible defecto del
acelerador, que se suma a otro problema con las alfombrillas del
conductor por el que ya había anunciado chequeos de 4,2 millones de
unidades en Estados Unidos, su primer mercado.
Además, esta semana se han recibido más de cien quejas en Japón y
EEUU por el mal funcionamiento de los frenos de la exitosa última
versión del híbrido Toyota Prius en determinadas condiciones, que al
menos en un caso llegaron a causar un accidente con dos heridos.
En este sentido, los directivos de Toyota minimizaron hoy esos
posibles fallos, que calificaron de "un problema de software" contra
el que ya se han tomado medidas, y dijeron que no se trata de un
problema mecánico.
Los responsables de Toyota reconocieron que, tras las primeras
reclamación, identificaron el problema y en enero realizaron un
cambio en el software que coordina el sistema ABS y los frenos para
evitar un retraso en la respuesta del vehículo.
Hiroyuki Yokoyama, uno de los jefes de división de Toyota,
aseguró que el retraso sólo se produce en terreno con baches o
deslizante y que "no compromete la seguridad de los ocupantes". EFE