Dublín/Londres, 4 may (EFE).- Los aeropuertos de la República de
Irlanda y de Irlanda del Norte (Reino Unido) volvieron a la
normalidad, aunque con algunos retrasos, después de que las
autoridades cerrasen hoy el espacio aéreo durante seis horas, entre
las 06.00 y 12.00 GMT, por la amenaza de ceniza volcánica.
Irlanda resultó especialmente afectada y la Autoridad de Aviación
Irlandesa (IAA) no autorizó el aterrizaje de aviones en los
aeropuertos nacionales hasta pasadas las 14.00 horas GMT.
También los aeropuertos internacionales de Irlanda del Norte, los
dos de Belfast y el de Londonderry, reanudaron todas sus operaciones
después de permanecer cerrados por la nube de ceniza del volcán
islandés que se aproximó la pasada noche hacia la isla.
La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair retrasó en una hora
la reanudación de sus operaciones en Irlanda, al tiempo que anunció
el despegue de aviones adicionales entre Dublín y los aeropuertos de
Londres, Faro (Portugal), Sevilla y Lanzarote (España) para
repatriar a los pasajeros afectados.
La IAA reiteró que el cierre del espacio aéreo se decidió por el
"riesgo que suponía para pasajeros y aviones" la aproximación de una
nube volcánica "empujada por vientos del noreste".
Según un portavoz, la IAA continuará "revisando la situación" a
medida que avance la semana, ya que los "pronósticos indican que el
viento seguirá soplando desde el norte durante los próximos días y
esto podría generar más problemas".
El impacto del cierre de los aeropuertos irlandeses se extendió a
otros aeropuertos de las islas británicas, incluido el londinense de
Heathrow (el de más tráfico del Reino Unido), donde una veintena de
vuelos fueron cancelados y se advirtió de numerosos retrasos.
Las rutas afectadas fueron las que tenían como origen y destino
las islas Hébridas y Campbeltown in Argyll (Escocia).
Los vuelos procedentes de la Europa continental no sufrieron
retrasos, al igual que los servicios transatlánticos que cruzaron el
espacio aéreo irlandés y norirlandés.
La ceniza procede del mismo volcán islandés, el Eyjafjallajokull,
que mantuvo cerrado durante seis días del pasado mes de abril buena
parte del espacio aéreo del norte de Europa.
Hoy se supo que el trastorno causado por esta nube de ceniza ha
supuesto a las aseguradoras británicas un coste estimado de 62
millones de libras (unos 91 millones de dólares), según las cifras
de la Asociación Británica de Seguros (ABI).
Esta asociación cree que las aseguradoras tendrán que pagar altas
sumas a la gente que no pudo viajar en avión por el cierre del
espacio aéreo británico el pasado mes de abril.
El director de seguros generales de ABI, Nick Starling, dijo que
"mientras la erupción volcánica no está cubierta normalmente por los
seguros de viajes, los aseguradores reaccionaron rápidamente para
ayudar a sus clientes" y hacer una excepción en este caso. EFE