Bruselas, 13 jul (EFE).- Los gobiernos de la UE se preparan para
volver a ayudar con dinero público a los bancos que suspendan los
resultados de los test de resistencia que se están efectuando
actualmente a 91 entidades europeas, entre ellas 8 bancos y 19 cajas
de ahorro españoles, y que se publicarán el próximo 23 de julio.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli
Rehn, adelantó hoy su convencimiento de que el sector bancario
europeo mostrará que es, en términos generales, "fuerte y
resistente".
No obstante, admitió que los llamados test de estrés podrían
dejar al descubierto algunos casos de vulnerabilidad.
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE acordaron hoy
actuar con "la máxima transparencia" y pusieron a punto las
modalidades de publicación coordinada de los test, según anunció en
rueda de prensa el nuevo presidente de turno del Consejo Ecofin, el
belga Didier Reynders.
Por su parte, Rehn recomendó que, en caso de que aparezcan
debilidades en términos de capitalización o solvencia, las entidades
afectadas recurran a sus accionistas o al mercado.
Si no fuera posible, entrarían en juego los fondos nacionales
creados ya al efecto, y sólo si estos fueran insuficientes los
bancos podrían recurrir a los instrumentos europeos de
estabilización financiera, pero en el marco de un programa de
asistencia y reforma para el conjunto del país, sujeto por ello a
estrictas condiciones.
El comisario se mostró convencido de que no será necesario en
ningún caso recurrir a la ayuda europea.
Dejó claro que cualquier recapitalización con dinero público
deberá ser autorizada por la Comisión Europea, algo que Bruselas
puede tramitar muy rápidamente aplicando la legislación adoptada
tras la bancarrota de Lehman Brothers.
La intención es que los gobiernos anuncien la posibilidad de
"emplear instrumentos de dinero público" al mismo tiempo que los
resultados de las pruebas de resistencia, el 23 de julio,
conscientes de las dificultades que tendrían las entidades dañadas
para cubrir sus necesidades de capital en el mercado, según explicó
la ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado.
Salgado planea solicitar una prórroga del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a la Comisión Europea
antes de ese día, como medida de precaución para hacer frente a las
posibles necesidades de recapitalización que pudieran ser detectadas
en las entidades españolas.
Salgado aseguró que el Ejecutivo comunitario aprobará "de manera
inmediata" la extensión del FROB, que expiró el pasado 30 de junio,
aunque no precisó por cuánto tiempo, que en todo caso sería
"limitado".
De todos modos, la ministra dijo confiar en la buena salud del
sistema financiero español, especialmente después de las inyecciones
de capital efectuadas durante la reciente reestructuración de cajas
de ahorro, y criticó las estimaciones efectuadas por algunos
analistas, que consideró "de todo punto exageradas".
La ministra aseguró que "el FROB (dotado con hasta 99.000
millones de euros) es varias veces sobrante (para hacer frente a
esas necesidades). Por lo tanto, va a ser necesaria una cantidad muy
inferior" a las que han circulado.
Los Veintisiete acordaron hoy durante la reunión del Ecofin cómo
se publicará la información recabada por el Comité de Supervisores
Bancarios Europeos (CEBS), con sede en Londres, durante la
realización de estas pruebas.
Cada entidad examinada publicará su resultado, mientras que las
autoridades supervisoras nacionales difundirán una evaluación sobre
la situación en cada país y el CEBS se reservará el análisis del
conjunto de todo el sistema bancario europeo.
En el caso español, como el Banco de España decidió ampliar el
examen al 95% del sector (respecto al 65% de media a nivel europeo)
y las entidades analizadas son muchas, la Confederación Española de
Cajas de Ahorros (CECA) y la Asociación Española de Banca (AEB)
harán sendas publicaciones para facilitar el trabajo a los
analistas.
Las variables que serán publicadas son el núcleo duro de los
fondos propios, los activos ponderados por riesgo, las pérdidas en
activos financieros (distinguiendo entre hogares y empresas), otras
pérdidas, los activos de capital resultante después de las ayudas
públicas recibidas y la exposición a activos de deuda soberana en su
balance, según la ministra.
Salgado añadió que, en el caso de España, algunos de esos datos
aparecerán más detallados, como por ejemplo la exposición a la deuda
de las familias, donde se distinguirá entre créditos al consumo e
hipotecarios, en un intento adicional de transparencia.
Fuentes diplomáticas explicaron que, dos semanas más tarde,
algunos países difundirán información sobre la solvencia de las
filiales de algunos de los grupos bancarios trasnacionales
analizados. EFE