Budapest, 6 jul (EFE).- Seis bancos internacionales con filiales
en Hungría han dirigido una carta al Fondo Monetario Internacional
(FMI) con el objetivo de detener la introducción del impuesto
extraordinario a las entidades financieras en el país centroeuropeo,
informa hoy la prensa local.
Los bancos KBC, Intesa Sanpaolo, Bayern LB, UniCredit, Raiffeisen
International y Erste aprovecharon la visita de la delegación del
FMI y la Unión Europea (UE), que inician hoy una revisión sobre el
uso del crédito de octubre de 2008, para lanzar la iniciativa con el
fin de presionar al nuevo Gobierno conservador.
Los institutos financiaros critican que el impuesto que se
pretende establecer, con la intención de ingresar 700 millones en
tres años, sea proporcionalmente el más alto del mundo, con una
media del 0,45 por ciento de los resultados bancarios.
Además aseguran que pone en peligro el compromiso de los bancos
con Hungría, debido al alto grado de cargas fiscales con el que se
penaliza a las entidades que tienen negocios en el país.
Hungría, profundamente afectada por la crisis financiera, tuvo
que acudir en 2008 a un préstamo internacional de 20.000 millones de
euros del FMI, el Banco Mundial (BM) y la UE para salvarse de la
bancarrota.
Hungría hasta el momento ha utilizado 14.200 millones de euros
del crédito, de ellos el Estado ha usado unos 12.800 millones,
mientras que el Banco Nacional ha dispuesto de 1.400 millones.
El nuevo primer ministro conservador, Viktor Orbán, anunció
después de la elecciones de abril la introducción de un nuevo
impuesto a la banca, con el que espera ingresar unos 700 millones de
euros anuales durante los tres años en los que esta medida esté en
vigor.
Este impuesto sería importante para el Gobierno para poder
cumplir con el déficit que se fijó y acordó con el FMI y la UE, que
debería ser del 3,8 por ciento en 2010.
Por otra parte, el Gobierno húngaro anunció que solicitará un
"crédito de precaución" adicional al FMI para fortalecer la
confianza de los mercados, sin utilizarlo, que serviría de reserva y
como un indicador de que el país sigue siendo solvente.
Aunque se desconoce el monto de este préstamo, sí se sabe que
sería un programa de dos años, para 2011 y 2012. EFE