Bruselas, 7 may (EFE).- Los líderes de la zona euro pretenden
lanzar hoy un mensaje de solidaridad con Grecia pero también de
rigor presupuestario por parte de todos, con más ahorros si fuera
preciso, a fin de cortar cuanto antes los síntomas de contagio de la
crisis de la deuda que han aparecido.
Fuentes diplomáticas informaron de que los miembros del Eurogrupo
preparan una declaración articulada en cuatro puntos: la solidaridad
con Grecia, un compromiso reforzado de disciplina fiscal en toda la
zona, la reforma de las reglas de la unión monetaria y la necesidad
de una mayor regulación de los mercados financieros.
A su llegada a la sede de la cumbre, la canciller alemana, Angela
Merkel, dejó claros los términos del debate.
"No se trata únicamente del saneamiento presupuestario de Grecia,
sino de hacer que todos los países miembros se comprometan de nuevo
a ceñirse al Pacto de estabilidad", advirtió la canciller.
En estos momentos, trece de los dieciséis países de la Eurozona
registran déficit excesivos (por encima del 3% del PIB), pero el
miércoles que viene la Comisión Europea publicará nuevos datos que
sitúan a todos, incluida Alemania, lejos ya del límite.
Alemania pretende que todos los socios europeos se comprometan
hoy a tomar las medidas que sean necesarias, incluidos más ajustes,
a fin de enviar a los mercados un mensaje claro de austeridad.
En el apartado relativo a la revisión de las reglas de la unión
monetaria, las autoridades alemanas propugnan un endurecimiento del
Pacto de estabilidad y crecimiento (PEC), aunque para ello haya que
reformar los tratados.
El PEC es el reglamento que rige el mecanismo para la prevención
y la corrección de los déficit públicos excesivos.
Berlín defiende no sólo su aplicación estricta, sino la
introducción, en caso de incumplimiento reiterado, de sanciones casi
automáticas, que irían desde la retirada de los fondos europeos
hasta la suspensión del derecho de voto en el Consejo.
Preguntado por los periodistas, el canciller austríaco, Werner
Faymann, rechazó hoy por "exagerada" la idea alemana de suspender
del voto a los socios que incumplan los criterios del Pacto de
Estabilidad.
"No considero que sea juicioso cambiar un derecho de voto en
asuntos que no tienen nada que ver con la economía", aseguró
Faymann, quien dijo que no se podía imaginar un cambio en los
tratados europeos sólo para cambiar ese punto.
Presionados por los mercados, todos los líderes europeos se
comprometieron en marzo a revisar las reglas de la unión económica y
monetaria y encargaron al presidente del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy, que estudiara con la ayuda de un grupo de representantes
nacionales y de las instituciones, "todas las opciones" para mejorar
la disciplina y los instrumentos de gestión de crisis.
Además de un control más estrecho y anticipado de los
presupuestos de cada miembro, crece el convencimiento de que es
necesario extender la vigilancia colectiva sobre la evolución de la
competitividad en las economías de la zona.
Merkel defendió hoy por último la necesidad de "acelerar" la
regulación de los mercados financieros, a los que se responsabiliza
del agravamiento de la crisis de la deuda que sufre la zona euro.
En este capítulo de la reforma de los mercados quedaría incluida
la exigencia de que se controle la actividad de las agencias de
calificación de crédito.
En una carta conjunta hecha pública antes de la cumbre del
Eurogrupo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller
Merkel, pidieron que se refuerce la competencia en el mercado de las
agencias de rating.
"La Comisión Europea debería plantearse formular propuestas para
reforzar la competencia en el mercado de la calificación del
crédito", señalaban ambos mandatarios en una carta dirigida a los
presidentes del Consejo Europeo, Van Rompuy, y de la Comisión, José
Manuel Durao Barroso, difundida por el Elíseo.
La decisión de una de estas agencias de rebajar la nota de la
deuda griega en plena negociación del plan de rescate europeo
"debería invitarnos a reflexionar sobre el papel" de estas entidades
"en la propagación de las crisis", añadían. EFE