Bruselas, 1 may (EFE).- Los dieciséis ministros de Finanzas de la
zona euro se reunirán mañana en Bruselas para analizar el severo
plan de ajuste que está a punto de aceptar el Gobierno griego y la
eventual activación de la ayuda financiera internacional prometida a
cambio.
Es la primera vez en los once años de historia de la moneda única
europea que uno de los miembros de la zona ha de ser salvado de una
bancarrota segura por culpa de una gestión irresponsable de sus
finanzas públicas.
Todavía no está claro, sin embargo, si la reunión extraordinaria
del Eurogrupo de mañana, domingo, será la última y acabará con una
decisión definitiva de activar ya los préstamos europeos a Grecia.
Todo indica que la decisión, para la que no existen precedentes
ni reglas en los tratados, será tomada al máximo nivel político,
entre los jefes de estado o gobierno de la Eurozona en una cumbre
extraordinaria que podría celebrarse entre el 7 y el 10 de mayo,
según fuentes diplomáticas.
Convocados por el presidente del Eurogrupo, el primer ministro
luxemburgués Jean-Claude Juncker, los ministros escucharán mañana el
informe del comisario Olli Rehn sobre las negociaciones que
mantienen desde hace casi dos semanas en Atenas técnicos de la
Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario
Internacional, con las autoridades helenas.
El objetivo de esas negociaciones es acordar un estricto programa
trienal que permita yugular la espiral del déficit, lo más urgente,
y poner en marcha un amplio abanico de reformas estructurales que
pongan a la moribunda economía griega sobre bases sostenibles.
Atenas tiene que asegurar a sus socios que generará pronto
superávit para devolver lo que se le preste.
Desde que comenzó este drama griego, en otoño de 2009,
inmediatamente después del cambio de gobierno en el país, la crisis
ha pasado de ser considerada un caso de déficit excesivo, abordable
con las herramientas de la unión económica y monetaria, a
convertirse en una bomba para la estabilidad de la entera Eurozona.
En todo este tiempo gobiernos e instituciones europeas se han
visto obligados a innovar e ir tomando decisiones casi siempre por
detrás de los mercados.
Juncker ha convocado a los ministros a partir de las 16.00 (14.00
GMT) en la capital belga. Esta vez no será por teleconferencia, sino
en persona.
Al encuentro asistirá por parte de España la vicepresidenta
segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena
Salgado.
En abril, en la última reunión urgente, los Dieciséis se pusieron
de acuerdo sobre los detalles de un "mecanismo conjunto" de
asistencia financiera a Grecia, si llegaba el caso de que este país
no podía obtener más crédito del mercado.
Los europeos se comprometieron a prestar 30.000 millones de euros
en 2010, cantidad a la que sumarían entre 10 y 15.000 millones de
euros procedentes del FMI este primer año.
Informaciones posteriores han elevado a unos 120.000 millones de
euros el paquete global de ayuda extranjera que Grecia necesitará
para el conjunto del período 2010-2013, y de esa cifra global y la
secuencia de desembolsos hablarán mañana los ministros.
Para activar dichas ayudas es necesaria la unanimidad de los
Dieciséis sobre la base de un dictamen de evaluación que tiene que
presentar la Comisión Europea en coordinación con el BCE.
El portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios,
Amadeu Altafaj, explicó a Efe que la Comisión tendrá preparado para
mañana ese informe.
Quienes afirman que los ministros no podrán mañana decidir la
activación del dinero argumentan que el Parlamento griego no habrá
dado todavía su aprobación al severo programa de ajuste que el
primer ministro está a punto de cerrar con la UE y el FMI.
Si el parlamento lo rechaza, no habrá reformas y, sin reformas,
no habrá dinero extranjero.
No obstante, después de tantos meses de zozobra e incertidumbre,
todos los gobiernos son conscientes de la urgencia; otra semana de
dudas puede provocar un ataque masivo y el contagio a países como
Portugal o España.
Hoy, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller
alemana, Angela Merkel, acordaron tras mantener una conversación
telefónica "actuar rápido" para la puesta en marcha del plan de
ayuda a Grecia, según informó el Palacio del Elíseo en un
comunicado. EFE