Bruselas, 13 jul (EFE).- Los ministros de Finanzas de la UE
acordarán hoy quién, cómo y con qué nivel de transparencia se
difundirán los test de resistencia que se está realizando a 91
entidades europeas, entre ellas 27 bancos y cajas de ahorros
españoles, con objeto de despejar cualquier duda sobre la salud del
sector.
El Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS), encargado de
realizar estos exámenes, aclaró la semana pasada el número y los
nombres de las entidades que están siendo analizadas, así como la
fecha de publicación (el próximo 23 de julio) y las variables que
están siendo estudiadas, como por ejemplo la resistencia a altos
niveles de desempleo y menores porcentajes de crecimiento económico
de los previstos.
Sin embargo, falta por determinar el grado de información que se
difundirá, así como los actores encargados de hacerlo, asunto que
tratarán los titulares de Economía y Finanzas de los Veintisiete
(Ecofin) en su reunión de este martes.
En este sentido, fuentes diplomáticas consideraron que se prevé
que, en el caso de que se destapen problemas en algunas entidades,
los países afectados anuncien de inmediato las soluciones con las
que esperan hacerles frente.
Además, el CEBS, que ha coordinado el ejercicio, y la Unión
Europea "tendrán una voz" en la comunicación de los resultados,
puesto que "la credibilidad europea está en juego", según las mismas
fuentes.
Por otro lado, los ministros de la Unión Europea tratarán de
cerrar hoy los detalles del llamado "semestre europeo", para
permitir que Bruselas pueda comenzar ya en la próxima primavera a
evaluar los presupuestos nacionales antes de que sean aprobados por
los respectivos parlamentos.
Esta iniciativa, que topa con la oposición del Reino Unido ante
lo que considera una pérdida de su soberanía, permitiría que la
Comisión Europea y los Estados miembros pudieran dar su opinión
sobre las principales líneas presupuestarias de los países antes de
que fueran debatidas en sede parlamentaria.
El propósito de esto es reforzar y adelantar la coordinación a
escala europea sin invadir competencias nacionales, pues la decisión
última continuaría correspondiendo a los respectivos parlamentos.
Los Veintisiete también tratarán de acomodar su propuesta sobre
un nuevo sistema comunitario de supervisión financiera a las
exigencias de la Eurocámara, que no está dispuesta a aceptar una
vigilancia poco estricta o fraccionada a escala nacional.
Los ministros debatirán una propuesta de compromiso diseñada por
la presidencia belga de la UE para acercar posturas con el
Parlamento Europeo y poder cumplir el anunciado objetivo de tener
listo el nuevo marco de supervisión financiera a principios de 2011.
El caballo de batalla entre los parlamentarios y los gobiernos
sigue siendo los poderes que se otorgará a las nuevas autoridades
supervisoras europeas para la banca, los mercados y las
aseguradoras, destinadas a evitar la repetición de una nueva crisis
financiera, aunque la que mayores divergencias provoca es la entidad
que vigilará a la banca.
Los eurodiputados quieren que esta institución pueda emitir
decisiones vinculantes cuando los supervisores nacionales fallen a
la hora de hacer desistir a las entidades financieras de prácticas
arriesgadas, así como dotarla de poder para resolver disputas entre
las autoridades de distintos países, una postura en línea con la
propuesta de la Comisión Europea pero aguada después por el Consejo.
El texto de compromiso que la presidencia belga someterá este
martes a los ministros de Finanzas, al que ha tenido acceso Efe,
abre la posibilidad de que el supervisor de la banca pueda tomar
decisiones vinculantes sobre una entidad, siempre que la autoridad
nacional falle en su cometido.
Tanto la presidencia belga de la UE como fuentes diplomáticas
francesas son optimistas ante la posibilidad de que los ministros
lleguen a un acuerdo sobre los principales puntos del texto, pero
fuentes comunitarias precisaron que algunas delegaciones,
encabezadas por el Reino Unido, se resisten a ceder los poderes de
sus reguladores nacionales.
Alemania, por su parte, está dispuesta a aceptar la cesión a
condición de que se que limite el alcance de las decisiones cuando
tengan consecuencias presupuestarias para los Estados miembros (por
ejemplo, en el caso de inyecciones de capital público a un banco).
Durante el desayuno, los ministros evaluarán los resultados de la
última reunión del G20 en Toronto, en la que no hubo acuerdo sobre
una tasa a la banca que sirva para financiar futuras crisis.
En este sentido, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang
Schäuble, y su homóloga francesa, Christine Lagarde, enviaron el
viernes pasado una carta conjunta a la presidencia belga en la que
le pidieron que plantee la creación de un impuesto a las
transacciones financieras a escala europea.
Por último, los Veintisiete darán el respaldo final a la entrada
de Estonia en el euro y fijarán definitivamente la tasa de
conversión entre la corona estonia y la moneda única, una decisión
que no es revocable. EFE