Nueva York, 20 abr (EFE).- Los neoyorquinos se preparan hoy para
vivir a partir de la medianoche la primera huelga de porteros de
rascacielos y edificios residenciales que podría vivir la ciudad en
19 años, mientras continúan las negociaciones entre los trabajadores
y los propietarios de los inmuebles sobre un nuevo convenio laboral.
"Las negociaciones siguen adelante y ahora mismo tenemos temas
muy importantes sin resolver sobre la mesa. Por eso manifestamos que
estamos preparados para ir a la huelga", explicaron hoy a Efe
fuentes del sindicato 32BJ, que reúne a 30.000 trabajadores de ese
sector en Nueva York.
Los porteros amenazan desde hace semanas con la posibilidad de
respaldar la huelga si los propietarios de los edificios que los
emplean no mejoran sus condiciones laborales en un nuevo convenio
colectivo que debería entrar en vigor en la medianoche de este
martes y en el que quieren que se mejoren sus salarios, entre otros
temas.
Se trataría de la primera huelga en este sector desde 1991,
cuando los porteros neoyorquinos, una figura tan emblemática en la
Gran Manzana como los taxis amarillos, protagonizaron una protesta
que duró cerca de dos semanas y que provocó el caos en algunos
inmuebles.
La posibilidad de que eso se repita provoca ya el nerviosismo del
alrededor de un millón de ciudadanos que residen en inmuebles con
porteros, que podrían levantarse mañana sin que nadie controle la
seguridad de sus viviendas, recoja el correo, atienda las
necesidades de mantenimiento de las fincas o anuncie las visitas.
El convenio laboral de los porteros no sólo afecta a esa figura
sino también a otros trabajadores habituales de los grandes
edificios de Nueva York, como el personal de mantenimiento, de
limpieza y los conserjes.
Los negociadores del 32BJ no descartan que las conversaciones se
alarguen durante toda la noche, ya que expresaron su voluntad de
alcanzar un acuerdo que evite la huelga, pero reconocieron que las
propuestas salariales que por el momento se les ha presentado no
complacen sus expectativas.
"Es inadmisible que llevemos cuatro años sin subidas y que en
esta ocasión no contemplen aumentos en el salario", dijeron a Efe
las mismas fuentes, que aseguran que sus peticiones se deben a "la
necesidad de que se cubra la subida del coste de vida en una ciudad
tan cara como Nueva York".
Otro de los conflictos que están alargando las negociaciones de
este martes, que se celebran en un céntrico hotel neoyorquino, es la
propuesta de los propietarios de dejar de cubrir la totalidad del
seguro médico de los trabajadores, quienes deberían costearse a
partir de ahora de su propio bolsillo el diez por ciento del coste.
"Es algo que no podemos permitir, porque los salarios ya son
bastante bajos. Además, si se deja de cubrir todo el seguro, el
coste del mismo acabará resultando más alto", señalaron las mimas
fuentes.
Los porteros esperan lograr una subida salarial, así como que las
prestaciones sanitarias sigan sufragadas por los empleadores, y
además esperan ganar mejoras relacionadas con los días que pueden
estar de baja médica y con las horas extraordinarias.
El salario de un portero en la Gran Manzana es en promedio de
40.000 dólares anuales, según el Sindicato Internacional de
Empleados de Servicios, y de 68.000 dólares, de acuerdo con el
Comité Asesor Inmobiliario.
Los propietarios de los inmuebles han asegurado a lo largo de las
negociaciones, sin embargo, que no es el momento de hacer mejoras,
ya que el sector inmobiliario ha caído con fuerza y los ingresos por
alquileres y cuotas comunitarias han descendido.
El pasado 13 de abril, miles de porteros protagonizaron una
multitudinaria manifestación en pleno Manhattan para pedir que los
propietarios de los inmuebles acepten sus peticiones. EFE