Bruselas, 18 sep (EFE).- Los países de la Unión Europea (UE)
debatirán el próximo lunes, en una reunión técnica, la recomendación
de Bruselas para impulsar una prohibición al comercio del atún rojo
del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, debido a su situación
crítica.
Representantes de los Veintisiete se reunirán -en un Comité de
Gestión de la UE sobre Comercio de Flora y Fauna- para discutir
sobre la iniciativa de Mónaco, que apoya la Comisión Europea (CE) y
que si sale adelante, supondrá un veto a la venta internacional de
dicho pescado hasta que deje de estar en peligro de extinción.
La propuesta monegasca consiste en clasificar al atún rojo "en
peligro" dentro de un anexo determinado (el Anexo I) de la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Las negociaciones definitivas sobre esta medida no se celebrarán
hasta marzo de 2010 en Doha, fecha en la que se reunirán los países
que han suscrito el convenio CITES.
Las industrias pesqueras europeas se oponen a dicha medida,
aplaudida por las organizaciones ecologistas.
El sector español, representado por Cepesca, ha alertado de que
podría suponer la pérdida de unos 2.300 empleos directos en España.
La ministra española del Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha
afirmado que el Gobierno está abierto a tomar las decisiones
necesarias sobre el atún rojo, pero tienen que basarse en informes
científicos que aclaren la situación de la pesquería y que se están
realizando en estos momentos.
Es difícil que el Comité del lunes llegue a un consenso sobre la
propuesta, pues no están claros los apoyos, si bien cuando se empezó
a conocer los ecologistas argumentaban que había muchos países a
favor.
Por ejemplo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, respaldó en
un julio la prohibición, pero en unas declaraciones más recientes ha
abogado por incluir el atún rojo en otro anexo del convenio CITES,
lo que significaría restringir su comercio pero no prohibirlo.
La propia CE ha señalado que su posición definitiva se verá
influida por una reunión que celebrará la Comisión Internacional
para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que se celebrará en
noviembre en Brasil, aunque de momento, la postura oficial de
Bruselas es recomendar el veto.
Los armadores europeos y las cooperativas pesqueras, agrupados en
Europesca y Cogeca respectivamente, han calificado hoy de "radical",
en un comunicado, la posible prohibición y argumentan que no se
cumplen los requisitos de la normativa CITES para imponerla.
Estas organizaciones dicen que el último dictamen científico del
ICCAT considera que no es necesaria ninguna moratoria ante el estado
actual de las poblaciones y que los miembros del ese organismo ya
aprobaron el plan de recuperación que se aplica en la actualidad,
por el que se redujeron las capturas del recurso. EFE