Carola Solé
Caracas, 8 sep (EFE).- Viajar al extranjero resulta cada vez más
difícil para los venezolanos, que se ven abocados al turismo interno
ante el complicado acceso al cupo gubernamental de divisas, agravado
por la devaluación de la moneda nacional en un 100% en enero pasado.
La compra de vuelos internacionales acumula una caída del 17% con
respecto al año pasado (306.000 billetes menos) y en el primer
cuatrimestre de este año se vendieron un 72% menos de paquetes
turísticos al extranjero que en 2009, según cifras de las
asociaciones de agencias de viajes y de mayoristas turísticos.
"Estamos frente a un descenso muy considerable de las cifras
producto de la devaluación monetaria, que dobló el costo de los
productos", señaló a Efe Julio Arnaldes, presidente de la Asociación
Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turísticas
(AVEMAREP), que agrupa a cadenas hoteleras y agencias de viajes.
Venezuela, con control de cambio desde 2003, tenía una tasa única
de 2,15 bolívares por dólar hasta enero pasado, cuando el Gobierno
del presidente Hugo Chávez decidió devaluar la moneda aplicando una
doble paridad de 2,60 para los productos de primera necesidad y de
4,30 para el resto.
"Se ha adecuado el mercado a la realidad. Esas familias de clase
baja o media-baja que tuvieron la oportunidad de viajar al
extranjero con el dólar a 2,15, ahora se les hace más cuesta
arriba", dijo el presidente de la Asociación Venezolana de Agencias
de Viaje y Turismo (AVAVIT), Fernando La Riva.
El problema se ha acentuado en el caso de los paquetes turísticos
ya que la necesaria cancelación anticipada del importe resulta
actualmente muy complicada para las agencias de viajes, que apenas
tienen acceso a los dólares tras la puesta en vigor de un nuevo
sistema de compra de dólares a través de bonos en mayo pasado.
En temporada baja, las operadoras turísticas necesitan 5 millones
de dólares mensuales (3,9 millones de euros), aseguró Arnaldes,
quien dijo que el único sistema con el que ahora pueden acceder a
los dólares, el Sitme, resulta "extremadamente lento" y sólo aprobó
"una o dos solicitudes de cada diez", lo que forzó el retiro de
varias empresas extranjeras.
De este modo, es el cliente quien debe cancelar por adelantado el
importe del paquete al extranjero a través de su cupo de la oficial
Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).
Esto no resulta fácil, ya que los venezolanos disponen de un
máximo de 3.000 dólares anuales (unos 2.300 euros) para viajar, y el
ente regulador raciona en función del destino y del tiempo de
estadía.
Además, el complicado proceso burocrático y la lentitud con la
que Cadivi otorga los dólares provoca que muchos venezolanos acudan
al denominado 'mercado paralelo' donde se consiguen divisas a un
precio que casi dobla la tasa oficial.
Estados Unidos, Colombia, España, Panamá e Italia eran los
destinos preferidos de los venezolanos de acuerdo con las cifras del
Instituto Nacional de Estadística Venezolano (INE), cuyos últimos
datos corresponden a 2008.
Frente a la falta de divisas, el turismo interno se ha convertido
en la alternativa más viable para los venezolanos.
De hecho, en el primer trimestre de 2010 aumentó un 13%, dijo el
ministro de Turismo venezolano, Alejandro Fleming.
Fleming, quien recordó los paquetes turísticos "socialistas" al
extranjero que el Gobierno organiza principalmente a Cuba, dijo que
el venezolano "privilegiaba visitar otros países porque le resultaba
más económico" que conocer su propia tierra, a causa de los "altos
precios" que los prestadores de servicio privados ofrecen.
"Progresivamente esto está cambiando porque, desde el Gobierno
nacional, hemos establecido como estrategia la promoción para el
reimpulso del turismo y no del precio", manifestó Fleming a Efe.
La isla de Margarita, los paisajes andinos de Mérida o las playas
de oriente siguen siendo los destinos nacionales con mayor afluencia
turística, aunque el difícil contexto económico haya cambiado
ciertos comportamientos de los turistas venezolanos.
"Los comerciantes se quejan de que la gente ya no va las tiendas,
que beben en casa y si pueden quedarse en un cámping o en un
apartamento, lo prefieren a un hotel", comentó al respecto la
periodista y escritora de varias guías venezolanas de viaje,
Valentina Quintero. EFE
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