Asunción, 30 jul (EFE).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio
Lula da Silva, llegó hoy con casi dos horas de retraso a Paraguay
para poner en marcha las obras de una nueva línea de alta tensión
que partirá de la hidroeléctrica brasileño-paraguaya de Itaipú.
Lula, que por la mañana se reunió con su homólogo uruguayo José
Mujica, en la frontera entre los dos países, fue recibido por el
gobernante paraguayo Fernando Lugo en el aeropuerto Silvio
Pettirossi, cercano a Asunción, donde ambos mantuvieron una corta
conversación.
Posteriormente, se trasladaron a localidad chaqueña de Villa
Hayes, a 60 kilómetros de la capital, para poner en marcha las obras
de la subestación de una línea de transmisión de 500 kilovatios que
parte de Itaipú, a unos 330 kilómetros al este de la capital del
país, y que debe estar concluida en el 2012.
Tras destacar la importancia de esta obra para el desarrollo del
vecino país, el mandatario brasileño expresó la esperanza de que el
Congreso de su país apruebe antes de que concluya su mandato a
finales de este año, el acuerdo refrendado con Lugo en 2008 sobre el
aumento de los beneficios que recibe Paraguay de la explotación de
Itaipú.
Consideró, además, que Brasil tiene que seguir fomentando el
desarrollo de los países vecinos menores porque eso le ayudará a
seguir creciendo.
Por su parte, Lugo expresó que "este momento es más que el inicio
de una obra. Es el respeto de los acuerdos firmados entre países
soberanos".
La nueva línea de alta tensión, que costará unos 400 millones de
dólares, hace parte de los acuerdos firmado por ambos jefes de
Estado el 25 de julio de 2009, en Asunción, así como el compromiso
brasileño de triplicar los 120 millones de dólares que actualmente
recibe Paraguay por la venta a su socio de su excedente de la
energía producida por Itaipú, que debe ser refrendado por el
Congreso brasileño.
También en julio del año pasado se incluyó que Paraguay pueda
vender directamente ese excedente de energía en el mercado del país
vecino.
Antes de regresar a su país, Lula visitó con Lugo las obras de
una futura fábrica de cemento, que un consorcio liderado por la
brasileña Camargo Correa construye a escasos kilómetros de Villa
Hayes y que, según el presidente brasileño, costará unos 100
millones de dólares para producir 400.000 toneladas al año.
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