Julio César Rivas
Auburn Hills (EE.UU.), 4 nov (EFE).- Sergio Marchionne inició hoy
la nueva andadura del Grupo Chrysler convencido de que la alianza
con Fiat le permitirá que vuelva a ser rentable en 2011 pero también
que es la última oportunidad para garantizar la supervivencia del
fabricante estadounidense.
En la sede central del Grupo Chrysler en la localidad
estadounidense de Auburn Hills, Marchionne y sus 24 principales
ejecutivos explicaron hoy el plan de negocios que aplicarán para
relanzar el maltrecho fabricante de automóviles.
El plan señala que para 2014 el Grupo Chrysler venderá en todo el
mundo 2,8 millones de vehículos, más del doble de los 1,3 millones
de unidades que prevé vender este año.
En Estados Unidos, el fabricante pasará de vender algo menos de 1
millón de vehículos en 2009 a 2 millones en 2014.
De conseguir esas cifras de ventas, lo que Marchionne consideró
relativamente fácil, el Grupo Chrysler será rentable en 2011 y para
2014 habrá pagado los préstamos gubernamentales concedidos desde
finales de 2008 para evitar el colapso de la empresa.
Marchionne, que también dirige Fiat, dijo durante la presentación
del nuevo plan empresarial del fabricante estadounidense que hay
"muchos ideas falsas" sobre la situación financiera de Chrysler que
"afortunadamente no son ciertas".
Según el directivo, en el tercer trimestre del año Chrysler tuvo
unos beneficios antes de impuestos, intereses y amortizaciones
(EBITDA) de 200 millones de dólares y en septiembre casi logró un
beneficio neto. Además, la liquidez de la empresa a finales de
septiembre era de 5.700 millones de dólares.
"Creo que muchos de ustedes han infravalorado la sustancial
reducción de costes fijos realizada durante la quiebra", añadió.
La base del plan de Marchionne es la utilización de tecnología y
plataformas de Fiat para renovar la gama de productos del Grupo
Chrysler.
De 2009 a 2014, el Grupo Chrysler planea introducir 21 nuevos
vehículos, en su inmensa mayoría basados en plataformas de Fiat,
aunque el primer modelo fruto de la colaboración entre las dos
empresas no aparecerá hasta 2012.
Ese año, la marca Dodge lanzará su primer vehículo "italiano",
una berlina del segmento C producido sobre una plataforma italiana.
En 2013 la marca lanzará un nuevo vehículo pequeño (segmento B)
producido por Fiat y el sustituto de la berlina Avenger (segmento
C), también con plataforma italiana.
A pesar de que los nuevos vehículos no llegarán al mercado hasta
dentro de más de dos años, Marchionne se mostró convencido de que en
los próximos meses el Grupo Chrysler volverá a atraer a los
consumidores.
El secreto será actualizar los modelos existentes para hacerlos
más atractivos, dijo Marchionne.
Los planes de la empresa son que para 2010, el 75 por ciento de
sus vehículos estén "actualizados y refrescados". La cifra ascenderá
hasta el 100 por ciento en 2012.
El ejecutivo italiano-canadiense dijo que la base de su plan será
la rigurosa implantación en Chrysler del programa "World Class
Manufacturing" que puso en marcha en Fiat con gran éxito tras
hacerse con el mando del fabricante italiano en 2004.
Marchionne también dijo que el Fiat 500 será vendido en Estados
Unidos en 2010 pero no con el nombre de Chrysler porque "es un Fiat,
ese es su ADN y no se le puede cambiar".
En este sentido, Marchionne dijo que Chrysler y Fiat están en
negociaciones para la utilización de la red de concesionarios de la
casa italiana en Europa y Latinoamérica para la distribución de los
modelos norteamericanos en estas regiones.
En Europa, los concesionarios de la marca Lancia también
distribuirían los vehículos de la marca Chrysler.
Otro de los aspectos clave de la integración de Chrysler y Fiat
será en la cadena de suministro. Daniel Knott, director de Compras
del Grupo Chrysler, dijo que el valor anual de compras de las dos
empresas combinadas será de 68.000 millones de dólares, lo que
permitirá rebajar costes.
El objetivo es reducir en unos 3.400 millones de dólares los
costes de compras de las dos empresas combinadas. EFE