Miami (EE.UU.), 8 jun (EFE).- El vertido de petróleo que ha
contaminado ya una buena parte de las aguas del Golfo de México
puede costar a Florida unos diez mil millones de dólares y la
pérdida de 195.000 empleos, si finalmente la "marea negra" baña las
costas del estado.
Estas cifras alarmantes fueron dadas a conocer hoy por expertos
de la Universidad Central de Florida (UCF), quienes para establecer
sus conclusiones partieron de la base de la pérdida de la mitad del
turismo y empleos vinculados a este sector en los 23 condados
costeros al oeste del estado.
Según Sean Snaith, director del Instituto para la Competitividad
Económica de la UCF (por su sigla en inglés), resulta razonable esa
medición del estudio a partir de la pérdida de la mitad del turismo
en el eventual caso de la llegada masiva de vertido a las costas.
No obstante, el economista reconoció que es difícil cuantificar
las pérdidas económicas que podría acarrear el impacto a gran escala
de la mancha negra de petróleo en el litoral floridano.
Agregó que, incluso si el turismo sólo cae en esos condados un 10
por ciento, las pérdidas de puestos de trabajo se situarían en
39.000 y el coste superaría los 2.000 millones de dólares.
En ese sentido, Snaith alertó sobre el efecto de ese posible
escenario en un estado con una tasa de desempleo del 12 por ciento,
una situación de recesión de la que apenas se está saliendo y que se
vería agravada por la marea negra de vertido.
Antes de producirse el escape de crudo de un pozo submarino en el
Golfo de México operado por la empresa British Petroleum (BP), la
industria del turismo y el ocio generaba en esos condados de Florida
unos 269.000 puestos de trabajo y unos ingresos de unos 12.000
millones de dólares al año, según el economista.
Más de 80 millones de turistas visitaron Florida el año pasado y
en 2008 el turismo generó unos 65.200 millones de dólares a la
economía estatal, según cifras oficiales.
Según las autoridades de Florida, continúan llegando fragmentos
de chapapote (alquitrán) a las playas del noroeste de Florida, donde
trabajan ya centenares de voluntarios en las tareas de limpieza.
Las últimas proyecciones de la Administración Nacional de Océanos
y Atmósfera (NOAA) de EE.UU., apuntan que "impactos adicionales" de
manchas degradadas de vertido en forma de chapapote, capas o pasta
de crudo pueden impactar en la zona de Panhandle (costa noroeste de
Florida).
Varias embarcaciones de los guardacostas estadounidense provistas
de "skimmer" o bocas basculantes que ayudan a recoger materia en
suspensión depositada en el mar se encuentran operando ya en aguas
cercanas al distrito de Panhandle, en la costa oeste.
Los pescadores de Florida y las comunidades de la costa han
experimentado ya una significante pérdida de ingresos a causa de la
errónea percepción pública de que las aguas de Florida se han visto
contaminadas" por el vertido, señaló la Comisión para la
Conservación de la Pesca y la Vida Salvaje de Florida (FWC).
El avance de capas de petróleo hacia la zona de Panhandle "ha
reducido considerablemente las oportunidades de pesca comercial y
alquiler de embarcaciones para pesca" en la costa oeste, agregó la
FWC.
Subrayó que los distribuidores encuentran problemas para la venta
de mariscos y de pescados como el pargo y el mero, a causa de los
temores de los clientes de que estén contaminados.
Además, la actividad pesquera se ha visto muy afectada desde que
el Gobierno estadounidense amplió el área cerrada a la práctica de
la pesca, que actualmente ocupa un 32 por ciento de las aguas del
Golfo. EFE