Moscú, 1 feb (EFE).- El presidente ruso, Dmitri Medvédev, aprobó
hoy por decreto la doctrina de seguridad alimentaria de Rusia, que
establece la meta de convertir al país en autosuficiente en un plazo
de cinco años.
"El objetivo estratégico de la doctrina consiste en garantizar el
abastecimiento de la población con productos y alimentos agrícolas y
del mar de alta calidad", señala el preámbulo del documento,
publicado en la página web del Kremlin.
Otros objetivos son desarrollar la industria agrícola y pesquera
nacional, reaccionar de forma operativa a las amenazas externas e
internas para la estabilidad del mercado alimentario de Rusia y
garantizar la cooperación eficaz en el sector con otros países.
La doctrina establece la meta de garantizar en un plazo de un
lustro el predominio de los productos rusos en el mercado nacional
de alimentos.
Las respectivas cuotas deberán ser de no menos del 85 por ciento
para la carne, los productos cárnicos y la sal común, del 90 por
ciento para la leche y lácteos, del 95 por ciento para el grano y la
patata y del 80 por ciento para el azúcar, el aceite vegetal, el
pescado y el marisco.
Según reconoció recientemente la ministra de Agricultura, Elena
Skrínnik, durante una reunión con el jefe del Kremlin, por ahora
Rusia sólo "cumple, y con creces", estos requisitos en los relativo
al grano.
Para garantizar la seguridad alimentaria de Rusia es preciso
asegurar una producción interna estable y crear las necesarias
reservas y acopios, señala el documento.
Entre los principales amenazas para la seguridad alimentaria del
país la doctrina menciona ante todo los riesgos macroeconómicos; la
la falta de inversiones, la escasa competitividad de los productos
rusos y la dependencia de la economía de la coyuntura exterior.
También cita riesgos relacionados con el retraso tecnológico de
la industria rusa y las diferencias en los requisitos sanitarios y
en el sistema de control en Rusia y en otros países, así como las
amenazas que se deben a cambios climáticos y catástrofes naturales.
Por último, la doctrina define los riesgos en materia de comercio
exterior, condicionados por las oscilaciones de la coyuntura en los
mercados y las medidas proteccionistas de apoyo estatal al sector
agrícola en otros países. EFE