Berlín, 7 jun (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel,
anunció hoy el mayor paquete de ahorro en la historia de Alemania
desde la Segunda Guerra Mundial, por un volumen de 80.000 millones
de euros, hasta el año 2014 y con un ahorro presupuestario de mas de
11.000 millones para el año próximo.
"Tenemos que asegurar el futuro de nuestro país", dijo Merkel en
rueda de prensa al término de las dos jornadas de reunión
extraordinaria de su consejo de ministros para detallar las medidas
de ahorro.
El paquete contempla recortes relevantes para las carteras de
trabajo y asuntos sociales, infraestructuras y construcción, así
como en defensa, pero no conlleva un aumento del IRPF u otras cargas
impositivas para el ciudadano de a pie, como el IVA.
La canciller alemana subrayó que, como se había anunciado
anteriormente, no se tocarán los presupuestos destinados a la
educación y la investigación y recordó que éstos aumentarán en
12.000 millones de euros en la presente legislatura.
"Estamos en tiempos duros y difíciles. No nos podemos permitir ya
todo aquello que deseamos si queremos diseñar el futuro", señaló la
canciller, quien, pese a la "difícil situación de nuestro país",
subrayó sentirse "optimista" y convencida de que "lo vamos a
conseguir si aplicamos las cosas de esta manera".
El vicecanciller alemán y titular de Exteriores, Guido
Westerwelle, comentó en la misma rueda de prensa que "hemos vivido
en los últimos años por encima de nuestras posibilidades" y calificó
el paquete de ahorro de "ambicioso, amplio y sólido".
El gabinete ministerial a las órdenes de Merkel acordó también
reducir hasta 2104 en 10.000 el número de funcionarios ministeriales
y de otras instituciones federales y suspender el previsto aumento
en 2011 de la paga de Navidad.
Merkel y Westerwelle subrayaron que el paquete aprobado tiene
como fin cerrar los huecos del sistema financiero alemán con medidas
que afectan al área social, pero también a las empresas e
industrias.
Así, la canciller reveló que entre las medidas acordadas figuran
la reducción de las subvenciones a la economía, la creación de una
tasa ecológica para el tráfico aéreo, un impuesto sobre el
combustible nuclear para los consorcios energéticos y nuevas cargas
fiscales para los mercados financieros.
El amplio paquete contempla igualmente la congelación de grandes
proyectos como la reconstrucción del Palacio Imperial en el corazón
de Berlín, cuyas obras, previstas para este mismo año, no comenzarán
ya antes de 2014. EFE