Berlín, 18 ago (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel,
insinuó hoy una eventual marcha atrás en la prevista introducción
del llamado "impuesto atómico", destinado a compensar las ganancias
derivadas de un aplazamiento del cierre de las centrales nucleares y
al que se oponen los grandes consorcios energéticos.
"Existen alternativas que son ahora mismo objeto de negociación.
Lo importante es que el 1 de septiembre esté claro que puede generar
el monto que nos hemos propuesto", declaró la jefa del Gobierno, al
iniciar su gira por diversas plantas energéticas del país.
La introducción del impuesto atómico forma parte del paquete de
ahorro aprobado por la coalición de centro-derecha de Merkel y,
según las estimaciones del gobierno, reportará unos 2.300 millones
de euros al año, entre 2011 y 2014.
La idea es que esa tasa compense las ganancias que reportará a
los consorcios la revisión del calendario de cierre de las plantas
nucleares que actualmente está estudiando el gobierno de Merkel y
que debe quedar zanjado el 1 de septiembre.
Los consorcios se oponen a esta nueva tasa y, según filtraron en
días pasados medios alemanes, han pactado ya con expertos del
gobierno la creación de un fondo energético, con un monto aún no
determinado y que se concretará en función del nuevo calendario de
cierres en negociación.
La gira de Merkel se inició este miércoles con una visita a un
parque eólico de Rostock (norte de Alemania) y la llevará en días
sucesivos tanto a centrales nucleares como a instalaciones de
energías renovables.
En medios alemanes se ha tachado la gira de mero paseo turístico,
puesto que no se han incluido los puntos más controvertidos -como el
cementerio atómico de Gorleben- y en su diseño no ha intervenido el
ministerio de Medioambiente, sino básicamente el de Economía.
Fuentes gubernamentales anunciaron la semana pasada el viaje, que
tendrá lugar las dos primeras semanas de Merkel tras sus vacaciones,
como plasmación del propósito de la canciller de tomar contacto
directo con el sector antes de presentar el concepto energético, en
septiembre, que implicará tanto la revisión del calendario de cierre
de las plantas como el fomento de las renovables.
La coalición de Merkel -formada por la Unión Cristianodemócrata,
su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) y el Partido
Liberal (FDP)- acordó al suscribir su pacto de gobierno, en octubre
de 2009, la prolongación de la fase de funcionamiento de algunas
plantas, aquellas consideradas más seguras.
Merkel había querido ya aplazar el cierre de algunas centrales en
la anterior legislatura, pero su entonces socio de coalición, el
Partido Socialdemócrata (SPD), se opuso.
El aplazamiento del llamado "apagón nuclear" implicará replantear
el calendario de cierre de las centrales pactado con los consorcios
en 2000 por el gobierno socialdemócrata-verde del canciller Gerhard
Schröder.
Alemania aprobó entonces eliminar progresivamente en 22 años las
19 centrales nucleares que existían, de las que quedan 17 en
funcionamiento. EFE