Fráncfort (Alemania), 10 nov (EFE).- La canciller alemana Angela
Merkel reiteró hoy sus críticas a General Motors, mientras el
consejero delegado del fabricante estadounidense, Fritz Henderson,
se reunía en Rüsselsheim con la dirección y los sindicatos de Opel.
En su primera declaración de gobierno de la nueva legislatura,
Merkel afirmó que GM deberá pagar con su propio dinero el coste
principal del saneamiento del fabricante europeo de automóviles.
La reclamación de Merkel tuvo casi efecto inmediato, pues horas
después el jefe financiero de GM Europa, Enrico Digirolamo, anunció
un primer pago de 200 millones de euros.
El gobierno alemán otorgó a Opel un crédito puente de 1.500
millones para preservar la filial europea de GM de la quiebra de su
matriz, de los que se sólo se han utilizado 700 millones.
Digirolamo declaró en un comunicado difundido por la central de
GM en Zúrich que está previsto devolver los 600 millones restantes
antes del 30 de noviembre, cuando expira el crédito.
Merkel criticó duramente al grupo automovilístico estadounidense,
al que acusó de "no hacer justicia a su responsabilidad como matriz"
y advirtió de que no será el contribuyente alemán quien asuma la
carga principal del saneamiento de Opel.
La jefa del Gobierno alemán destacó, sin embargo, la disposición
de Berlín y los cuatro estados federados con plantas de Opel a
aportar su ayuda para la reestructuración de la marca Opel.
La canciller dijo estar a la espera de que GM presente un
concepto y un plan de futuro sólidos para Opel y no dejó escapar la
ocasión para evocar la "frustración" de los trabajadores Opel.
Hasta la fecha, los únicos datos conocidos del plan de
reestructuración que GM pondrá en marcha para relanzar Opel es que
se recortarán alrededor de 10.000 puestos de trabajo en Europa.
Henderson podría detallar los planes de la matriz en los
encuentros que según fuentes españolas tiene previsto mantener el
jueves en Bruselas.
Mientras, Henderson prosiguió hoy sus contactos internos con la
dirección y sindicatos de Opel en el corazón de la empresa, en la
localidad alemana de Rüsselsheim.
Tras esa reunión, el presidente del comité de empresa, Klaus
Franz, informó de que Henderson señaló la importancia de devolver a
Opel su fuerza en Europa, al tiempo que garantizó una gestión con
alto grado de independencia.
La persona que pondrá en marcha ese proceso mientras GM ficha a
un directivo externo será el británico Nick Reilly, presidente de
Operaciones Internacionales de GM y basado en China.
GM anunció la semana pasada que el máximo directivo de Opel
Europa, Carl-Peter Forster, dejaría la compañía, lo que sucedió el
pasado viernes, días después de que el consejo de administración del
gigante estadounidense decidiese cancelar la venta de su filial.
Franz no aportó más detalles del contenido de las conversaciones
con Henderson, salvo que la plantilla exhortó al directivo de GM a
demostrar que Opel funcionará con la independencia prometida
permitiendo su transformación en una sociedad anónima.
La presencia de Henderson en Alemania, visita que no aprovechará
para entrevistarse con miembros del Gobierno alemán, era necesaria
tras las ampollas que levantó en este país la venta frustrada de
Opel al grupo formado por Magna y el banco ruso Sberbank.
En ese sentido, el presidente del Sberbank, Herman Gref, declaró
hoy en Moscú que no descarta la posibilidad de querellarse contra GM
por haber cancelado la venta de Opel.
"Estamos celebrando consultas con GM, pues se habían entablado
unas relaciones jurídicas que ahora hay que rescindir", dijo.
Indicó que Sberbank espera resolver sus problemas con GM "sin
recurrir a los procedimientos judiciales", pero advirtió de que caso
de necesidad no dudarán en recurrir a los tribunales.
"Si hace falta, estamos dispuestos a defender nuestra postura en
los tribunales", aseguró Gref, quien dijo desconocer los móviles del
inesperado cambio de decisión de GM.
Por su parte, el máximo responsable, Siegfried Wolf, declaró hoy
en Viena que acepta la decisión de GM aunque exigirán el pago de los
costes por la fallida operación.
Magna ha desembolsado en expertos, asesoría legal y otros
conceptos unos 100 millones de dólares.
En Bruselas y previo a la visita de Henderson, la Comisión
Europea aseguró a los sindicatos que vigilará las ayudas públicas
que puede recibir la empresa en su proceso de reestructuración
respeten las normas comunitarias de competencia.
La Comisión reaccionaba a una carta del presidente del comité de
empresa de Opel, jefe a su vez del comité de empresa europeo, Klaus
Franz. EFE