Juan Carlos Barrena
Berlín, 6 sep (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel,
calificó hoy de "revolución" la decisión de su Gobierno de alargar
la vida de las plantas nucleares para garantizar el suministro
eléctrico, reducir las emisiones de CO2 y facilitar el desarrollo de
las energías renovables.
Alemania contará en las próximas décadas "con el suministro
eléctrico mas eficiente y ecológico del mundo", dijo Merkel en una
breve intervención ante los medios en la Cancillería Federal, en la
que subrayó que el fin último "es alcanzar lo antes posible la era
de las energías alternativas".
La iniciativa energética, sin embargo, se enfrenta a una fuerte
resistencia por parte de la oposición socialdemócrata, verde y de La
Izquierda, así como de varios estados federados, que han anunciado
un recurso ante el Tribunal Constitucional y un otoño caliente que
comenzará con una gran manifestación de protesta en dos semanas.
El compromiso de los partidos de la Unión (cristianodemócratas y
socialcristianos bávaros CDU/CSU) y los liberales (FDP) contempla
que las plantas atómicas construidas a partir de 1980 puedan
prolongar su vida hasta 14 años, mientras las más antiguas tendrán
una longevidad suplementaria de 8 años.
Esto significa que las últimas centrales nucleares alemanas, de
las 17 que se encuentran actualmente en funcionamiento, serán
desconectadas poco antes de 2040, mientras el acuerdo anterior,
suscrito por la coalición socialdemócrata-verde de hace dos
legislaturas, estableció que la energía atómica desaparecería en
2022.
Asimismo, contempla el pago por parte de los grandes consorcios
energéticos alemanes de tasas suplementarias para el desarrollo de
las energías alternativas, que alcanzarían hasta 15.000 millones de
euros, según explicó el ministro de Economía, Rainer Brüderle.
Con independencia de este acuerdo, los cuatro grandes consorcios
energéticos alemanes -E.on, EnBW, RWE y Vattenfall- deberán pagar a
partir de 2011 y durante seis años una tasa nuclear suplementaria de
2.300 millones de euros, que revertirá en su totalidad en los
presupuestos federales con el fin de reducir la deuda acumulada del
Estado.
Merkel insistió en que las plantas nucleares y las centrales
térmicas de carbón son "fuentes de energía puente", que no estarán
en funcionamiento "mas tiempo del necesario", hasta que la mayor
parte del suministro energético tenga un origen renovable.
Ante las críticas de la oposición y las organizaciones
ecologistas a la prolongación de la vida de las centrales nucleares,
la canciller subrayó que la decisión de la coalición conlleva para
los consorcios energéticos grandes inversiones para mejorar la
seguridad de sus plantas atómicas.
Angela Merkel reconoció ser consciente del "eco negativo" entre
la población de esta medida, pero la calificó de "correcta e
indispensable" para alcanzar "una revolución" en el suministro
energético vital para el futuro de Alemania.
Asimismo subrayó que el nuevo concepto energético del Gobierno
tiene la vista puesta en el año 2050, reconoció no saber con
seguridad cuándo se apagará la última planta nuclear e insistió en
que se trata de una tecnología puente en el desarrollo de la
electricidad ecológica.
Mientras tanto, la oposición se resiste a que el proyecto de ley
sea sancionado únicamente por el Bundestag, el Parlamento germano, y
eluda el Bundesrat, la Cámara Alta o de los Länder, donde la
coalición carece de una mayoría absoluta y podría ser rechazada.
Es por ello que los distintos partidos e incluso varios estados
federados están decididos a acudir al Tribunal Constitucional para
tumbar la iniciativa.
La canciller, sin embargo, se mostró convencida de que el
proyecto de ley elaborado por su Gabinete resistirá toda prueba
legal, mientras su ministro de Economía, Rainer Brüderle, comentó
que "hemos verificado minuciosamente que nos movemos en terreno
seguro" frente una posible demanda ante el Constitucional. EFE
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