Merkel y Zapatero auguran un futuro "positivo" para Opel en Alemania y España

Berlín, 25 nov (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, auguraron hoy un futuro "positivo" para las plantas de Opel en sus dos países y aseguraron que nunca ha dejado de haber entendimiento entre sus respectivos gobiernos durante las negociaciones.

Merkel y Zapatero comparecieron brevemente ante los medios de comunicación en el castillo de Mesenberg, a unos sesenta kilómetros de Berlín, a donde el jefe del Ejecutivo español llegó desde Atenas.

Preguntados por el futuro de Opel después de que General Motors decidiera no vender su filial europea a Magna, Zapatero consideró que hay "una perspectiva positiva tanto para España como para Alemania".

Zapatero no sólo confió en garantizar el futuro de la planta española de Figueruelas (Zaragoza), sino que apostó también por que se mantengan los empleos en Alemania, ya que la buena marcha de esas plantas revierte en la industria española.

"Las perspectivas son buenas para todas las plantas" de Opel en Europa, subrayó la canciller tras señalar las fábricas alemanas deberán afrontar una reestructuración.

Después de recordar la ayuda que su país ha prestado a General Motors en "tiempos difíciles", auguró que los planes de la empresa estadounidense son parecidos a los anteriores y vaticinó que habrá una solución "muy positiva" para todos, incluidos España y Alemania.

Preguntados por si ha habido desencuentros entre España y Alemania durante las negociaciones sobre el futuro de Opel, aseguró que los dos países han trabajado estrechamente y recordó que él ha mantenido dos conversaciones con Merkel sobre esta cuestión concreta en los últimos meses.

La canciller alemana garantizó también que su relación ha estado presidida por el entendimiento y el diálogo, aunque, ha dicho, cada país lucha por sus puestos de trabajo.

Ambos conocían ya los últimos planes de General Motors para Opel, que, según anunció hoy el consejero delegado de la empresa en Europa, Nick Reilly, deberá reducir su capacidad de producción un 20 por ciento y suprimir alrededor de 9.000 puestos de trabajo. EFE