Natalia Kidd
Buenos Aires, 17 jun (EFE).- Metrogas, que hoy anunció que
llamará a concurso de acreedores y fue intervenida por el Gobierno
argentino, arrastra una situación financiera compleja tras once años
sin ajustes en sus tarifas y costes operativos crecientes.
La mayor distribuidora de gas de Argentina, controlada por
British Gas y la hispano-argentina Repsol YPF, reveló hoy en un
comunicado que "no ha podido generar fondos líquidos suficientes
para afrontar los vencimientos inminentes" de su deuda financiera ni
el pago de algunas de sus obligaciones comerciales e impositivas.
Al borde del cese de pagos, el directorio de la compañía se
reunió hoy y decidió convocar su concurso preventivo.
La decisión fue adoptada luego de que fracasara la búsqueda de
alternativas de refinanciación, tarea que Metrogas encomendó al
banco británico Barclays.
La distribuidora venía advirtiendo de su situación desde hace
meses. En todos los casos, culpó de su deterioro financiero a la
falta de actualización en las tarifas, congeladas desde hace once
años.
Incluso hoy recordó que en octubre de 2008 suscribió un acuerdo
con el Gobierno argentino para negociar un nuevo cuadro tarifario,
que fue acordado en abril de 2009 pero que nunca se hizo efectivo
porque el Ministerio de Planificación no dio aún su visto bueno.
Según la compañía, que el año pasado registró una pérdida neta de
78,3 millones de pesos (19,8 millones de dólares) -un 478,2 por
ciento más que en 2008-, en estos once años sus costes operativos se
incrementaron en un 210 por ciento, sin contar con subsidios
estatales, de los que sí se han beneficiado otras empresas de
servicios públicos.
Al anunciar la intervención de la compañía, el Gobierno explicó
que "la renegociación del contrato con Metrogas no fue posible por
la sistemática y obstinada negativa de la empresa" a retirar una
demanda contra el Estado argentino ante un tribunal arbitral
internacional por la congelación tarifaria.
El reclamo, por 200 millones de dólares, fue interpuesto ante la
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional por British Gas, dueña del 54,67 por ciento de Gas
Argentino, sociedad que controla el 70 por ciento de Metrogas y en
la que también es socia Repsol YPF (45,33 por ciento).
En este contexto, el Gobierno de Cristina Fernández aseguró que
"no negocia bajo ninguna presión" y señaló que "el origen e índole"
de la deuda acumulada por Metrogas no es la congelación tarifaria.
La resolución gubernamental que dispone la intervención asegura
que desde que la empresa inició su actividad, a finales de 1992,
incrementó "sistemáticamente su exposición financiera durante cada
uno de los ejercicios económicos, privilegiando endeudarse en lugar
de utilizar los recursos económicos generados por la propia
empresa".
Según la resolución, el actual cese de pagos es una "reiterada
contingencia" a la que la empresa "llega por su propia conducta".
El Gobierno alegó que la intervención buscará reestructurar los
pasivos de la compañía y garantizar la normal prestación del
servicio a 1,9 millones de clientes en Buenos Aires y del sur y el
este metropolitano que rodea a la capital argentina.
Sean cuales fueren las causas del deterioro financiero de la
compañía, un análisis de sus últimos estados contables consolidados,
correspondientes al primer trimestre de este año, evidencian una
situación compleja.
Al 31 de marzo pasado, los pasivos bancarios y financieros de
corto plazo de la empresa sumaban 99,9 millones de pesos (25,3
millones de dólares), mientras los de largo plazo ascendían a 852,5
millones de pesos (216,3 millones de dólares).
La empresa también sumaba otras deudas de corto plazo, de tipo
comerciales y fiscales, entre otras, por 309,2 millones de pesos
(78,4 millones de dólares).
Su pasivo total, corriente y fijo, asciende a 1.268,6 millones de
pesos (321,9 millones de dólares).
En tanto, su activo corriente era al cierre del primer trimestre
de 228,8 millones de pesos (58 millones de dólares), mientras que el
activo fijo totalizaba 1.924 millones de pesos (488,3 millones de
dólares).
Al 31 de marzo pasado, su patrimonio neto era de 882,5 millones
de pesos (223,9 millones de dólares). EFE