Quito, 12 ene (EFE).- El ministro ecuatoriano de Recursos
Naturales No Renovables, Germánico Pinto, aseguró hoy que el
proyecto Yasuní-ITT, que busca dejar en el subsuelo una importante
reserva petrolera, "no está cerrado", pese a la renuncia de uno de
sus mayores impulsores y las críticas del mandatario Rafael Correa.
Esa iniciativa busca dejar sin explotar un yacimiento petrolero
situado en el Parque Nacional Yasuní-ITT, en la Amazonía
ecuatoriana, para evitar la contaminación de este lugar a cambio de
una compensación económica internacional que sería gestionada en un
fideicomiso en el marco de Naciones Unidas.
Sin embargo, el pasado sábado, Correa consideró como
"vergonzosas" las condiciones que los posibles países contribuyentes
imponen para la conformación del fideicomiso, lo que llevó a la
renuncia de uno de los mayores impulsores del proyecto, Roque
Sevilla, que se negó a aceptar las críticas del presidente
ecuatoriano.
Sevilla, tras su dimisión, aseguró también que renunciaría otra
de las integrantes de la Comisión, la ecologista Yolanda Kakabadse.
Pese a esas circunstancias, el ministro aseguró hoy que "se puede
decir claramente que no está cerrada, de ninguna manera, la
posibilidad de que en el ITT el crudo quede bajo tierra".
"Lo que pasa es que el mecanismo que se planteó no es aceptable
por parte del Gobierno ecuatoriano pero, de ninguna manera, eso
implica que digamos que se acaba la opción del ITT, esa es una
opción que seguimos difundiendo, que seguimos trabajando", afirmó a
la cadena Ecuavisa.
No obstante, Pinto señaló que el Ministerio "tiene que estar
listo para cualquier definición que ocurra" por lo que "siempre"
tendrá "lista la opción en caso de que los recursos definitivamente
no vayan a llegar".
"La opción y la prioridad sigue siendo hacer todos los esfuerzos
para que el petróleo se mantenga bajo tierra", aseveró y añadió que
se ha retrasado "sistemáticamente el momento de la evaluación y toma
de decisiones justamente porque había señales interesantes en
términos de consecución de recursos".
La iniciativa propone evitar la emanación de 410 millones de
toneladas de dióxido de carbono (CO2), a través de la no explotación
del campo ITT, una reserva natural protegida donde además viven
pueblos indígenas no contactados, por lo cual Ecuador pide una
compensación a la comunidad internacional.
Ecuador esperaba suscribir en la última Cumbre del Clima, en
Copenhague, un fideicomiso para administrar el aporte económico a la
iniciativa Yasuní-ITT, a la cual ya se habían apuntado Gobiernos
como el de Alemania, España y Bélgica.
"Estamos hartos de que nos traten como colonia, de que nos traten
como inferiores", dijo Correa el sábado pasado al rechazar que los
países contribuyentes hayan propuesto tener la mayoría en el
fideicomiso y la posibilidad de calificar los proyectos ambientales
que integran la iniciativa.
El proyecto pretende dejar bajo tierra cerca de 1.000 millones de
barriles de crudo en el sector nororiental de la Amazonía
ecuatoriana, donde se encuentra el Yasuní, uno de los lugares de
mayor biodiversidad del mundo. EFE