Berlín, 12 nov (EFE).- El nuevo ministro alemán de Finanzas, el
cristianodemócrata Wolfgang Schäuble, subrayó hoy que la incipiente
recuperación económica no da margen suficiente para grandes
maniobras financieras ante el fuerte endeudamiento que sufre el
país, incrementado incluso para hacer frente a la crisis.
La carga de la deuda de Alemania alcanzará en 2011 casi el 80 por
ciento del PIB, dijo Schäuble en una intervención ante el pleno del
Bundestag, la cámara baja alemana, donde subrayó que la situación
económica y financiera sigue marcada por múltiples riesgos.
El titular alemán de Finanzas defendió el primer paquete de
alivios fiscales, cuyo volumen conllevará a partir del próximo año
una rebaja de la carga tributaria de unos 8.400 millones de euros
para familias y empresas, aprobado el lunes pasado por el nuevo
Gobierno de coalición de Angela Merkel.
El proyecto de ley forma parte de las medidas fiscales con las
que el Gobierno pretende impulsar la demanda interna como
instrumento para combatir la crisis.
La "Wachstumsbeschleunigungsgesetz", la "ley para acelerar el
crecimiento" como se ha titulado oficialmente, contempla aumentar la
cuantía desgravable para las familias con hijos de actualmente 6.024
hasta 7.008 euros, independientemente del nivel de ingreso de los
declarantes.
Además, prevé subir las ayudas por hijo en veinte euros
mensuales: hasta 184 euros para los dos primeros hijos, hasta 190
euros para el tercero y hasta 215 a partir del cuarto.
Con respecto al impuesto de sucesiones, el proyecto contempla
facilitar las herencias empresariales a hermanos y primos, que
recibirán un trato fiscal preferencial similar al que ya tienen
hijos o cónyuges.
La hostelería pasará a disfrutar del tipo reducido en el Impuesto
sobre el Valor Añadido (IVA) y sólo pagará el 7 en lugar del 19 por
ciento.
A medio plazo el gobierno ha acordado en su tratado de coalición
una amplia reforma fiscal que persigue aliviar la carga tributaria
en unos 24.000 millones de euros anuales a partir de 2011.
Sin embargo, el propio Schäuble reconoce en declaraciones que
publica hoy el rotativo Rheinischen Post que será muy difícil
cumplir ese objetivo y mas aun llevar a cabo una gran reforma fiscal
a lo largo de la recién iniciada legislatura.
"Para eso no hay dinero durante los próximos cuatro años", admite
el titular alemán de Finanzas, quien subraya que tampoco se puede
debatir por ahora sobre una reforma total del sistema tributario en
Alemania.
Ante el Bundestag el ministro reclamó que el proyecto de ley para
acelerar el crecimiento sea aprobado por las dos cámaras
parlamentarias con celeridad y subrayó que una política fiscal que
favorece el crecimiento no está reñida con la consolidación
presupuestaria y la reducción de la deuda.
"Tenemos que lograr ambas cosas, las dos son necesarias", dijo
Schäuble, quien aseguró que la consolidación presupuestaria
comenzará lo mas tarde en 2011, coincidiendo con el esperado
relanzamiento económico en Alemania.
El ministro alemán de Finanzas se comprometió así a cumplir con
las exigencias de la Unión Europea que reclama que el nuevo
endeudamiento de Alemania se reduzca por debajo del 3 por ciento del
PIB hasta 2013.
La intervención del nuevo titular alemán de Finanzas fue
duramente criticada por la oposición socialdemócrata, verde y de la
formación de La Izquierda, cuyos oradores coincidieron en calificar
de "económicamente absurdos" los planes de rebajas tributarias del
Gobierno.