Otavalo (Ecuador), 24 jun (EFE).- Los presidentes de Bolivia, Evo
Morales; de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez,
firmarán mañana la "Declaración de Otavalo", con la que la ALBA
pretende fortalecer la integración con pueblos indígenas y
afrodescendientes e implementar su TCP.
Así lo informó a Efe una fuente de la Secretaría de Pueblos
ecuatoriana durante los debates del borrador que integrará la
declaración, en el marco de la I Cumbre de la Alianza Boliviariana
para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) Tratado Comercial para
los Pueblos (TCP) con autoridades indígenas y afrodescendientes.
La cumbre se inauguró hoy en la ciudad andina de Otavalo, en la
sierra norte de Ecuador, con más de 300 delegados de Bolivia, Cuba,
Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Antigua y Barbuda y San Vicente y las
Granadinas, naciones que integran el grupo regional.
El encuentro, en el que participan autoridades indígenas y
afrodescendientes, de gobiernos locales de los países del organismo,
se inauguró sin la presencia de los tres mandatarios aliados, que
mañana asistirán a la Cumbre para suscribir la Declaración y dar luz
verde al TCP.
La organización integró cuatro mesas de trabajo cuyas
conclusiones también se presentarán públicamente a los mandatarios y
cuyo hilo conductor pretenderá concretar la base conceptual del
Tratado, en los pilares de complementariedad, no dependencia y
soberanía.
En el capítulo de soberanía, los miembros de la ALBA incluyen la
alimentaria, la energética, de la salud, de los recursos naturales y
del conocimiento entre los países miembros.
Una de las mesas de trabajo tiene como vértice el análisis de un
Estado Plurinacional y el ejercicio de la Interculturalidad en la
gestión y políticas públicas, así como el ejercicio legislativo
desde los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
Otra mesa trata sobre derechos económicos, políticos y sociales,
la lucha contra el racismo y la democratización de los medios de
producción, en la que también se buscarán estrategias y acciones
"positivas" a favor de los pueblos tradicionalmente marginados de la
vida pública.
Asimismo, se integró otra mesa sobre la administración y gestión
de los recursos no renovables, desde la perspectiva de un Estado
plurinacional, lo que supondría, también, la elaboración de
políticas para pagar la deuda ambiental y la búsqueda instrumentos
jurídicos internacionales.
Finalmente, una cuarta analizará el comercio entre los pueblos de
la Alba y fuera del grupo, para alcanzar el Buen Vivir o "Sumak
Kawsay" (en quechua), y proyectar un nuevo orden económico mundial.
En la inauguración del encuentro, el canciller ecuatoriano,
Ricardo Patiño, destacó el valor histórico de la cita, porque se
trata de la primera vez que Gobiernos se reúnen con autoridades
indígenas y afrodescendientes elegidas democráticamente para
representar a sus pueblos.
Además, pidió a los delegados avanzar en acciones concretas y
alejarse de la retórica, para conseguir resultados sobre los
objetivos planteados.
La cita de Otavalo ha dado espacio también a tratar otros
asuntos, como los reproches de dirigentes indígenas ecuatorianos al
Gobierno del presidente Correa, al que critican por políticas
públicas que, según ellos, afectan los derechos de la tierra y del
Buen Vivir, que ahora se discuten en el interior de la ALBA.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(Conaie), antigua aliada de Correa, incluso ha convocado a una
reunión paralela a la del grupo regional, en la misma Otavalo, para
formular sus propuestas en torno a los derechos de los pueblos
aborígenes y afrodescendientes y de la naturaleza. EFE